El domingo 9 de abril, a las 11:00 horas, se realizará un acto de homenaje a estos jóvenes socialistas, en Villa Grimaldi, organizado por el Centro Verdad y Justicia.

Desde abril de 1976 se encuentran desaparecidos los militantes socialistas  Luis Muñoz Velásquez, ex presidente del Centro de Alumnos del Liceo Consolidada de Puente Alto en 1968; candidato a Regidor y dirigente del PS de San Bernardo, dirigente clandestino del PS sector Comisión de Consenso desde el golpe de 1973. Juan Hernández Zaspe, presidente de la Federación de Estudiantes Industriales y Técnicos de Chile (FEITECh), militaba en el PS clandestino sector Comisión de Consenso. Manuel Tamayo Martínez, ex dirigente de los estudiantes industriales, alumno de sociología e ingeniería de la Universidad de Concepción, militaba en el PS clandestino como enlace del dirigente nacional Ricardo Lagos Salinas. 

Los tres chilenos fueron secuestrados en Mendoza, Argentina, por la Policía Federal y agentes de la DINA al mando de Fernando Laureani Maturana. Los secuestradores los trasladaron a Chile, de noche, por el paso fronterizo Los Libertadores en una camioneta cuyo destino final fue el campo de torturas de Cuatro Álamos. Posteriormente los llevaron a Villa Grimaldi donde los mantuvieron  hasta fines de abril de 1976, fecha a partir de la cual se pierde su rastro. El ex prisionero sobreviviente, Juan Feres, fue testigo de su calvario en Villa Grimaldi.

Luis, Juan y Manuel, fueron víctimas de la siniestra Operación Cóndor, pacto criminal entre las dictaduras cívico militares de Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Detalles de esta confabulación fueron apareciendo desde 1992 con los archivos que los militares de Paraguay, así como documentos de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. En Argentina, en el juicio oral por delitos de lesa humanidad y asociación ilícita trasnacional para el secuestro y asesinato de militantes de Izquierda, fueron juzgados y condenados quince ex generales y coroneles argentinos y un uruguayo. En Chile, el principal responsable, Augusto Pinochet, quedó impune.