La Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y del Caribe (RESLAC) expresó, mediante una declaración pública, su preocupación por los actos intimidatorios dirigidos contra la Asociación de Familiares de las Víctimas de Trujillo (AFAVIT) y ataques a las instalaciones del Parque Monumento, hechos que se enmarcan en un contexto de reiteradas amenazas y asesinatos a líderes sociales y comunitarios en Colombia.

El Parque Monumento de Trujillo es un sitio de memoria creado en homenaje a las cerca de trescientas cuarenta y dos personas que fueron objeto, entre 1986 y 1994, de torturas, desapariciones y asesinatos por parte de agentes del Estado, el narcotráfico y el sicariato. Durante este año el lugar ha registrado tres acciones amenazantes mediante panfletos, grafitis, y actos de vandalismo que adquieren especial gravedad en el marco de violencia que asola a Colombia en la actualidad.

Tras los acuerdos de paz de 2016, la violencia en ese  país lejos de ceder, parece incrementarse en algunas regiones. La Defensoría del Pueblo de Colombia advierte que entre el 1 de enero de 2016 y el 27 de febrero de 2018 fueron asesinadas doscientas ochenta y dos personas que se dedicaban a la defensa de la comunidad o de los derechos humanos, la gran mayoría de ellos en ciudades pequeñas y comunidades rurales, con escasa o nula presencia del Estado.

La RESLAC enfatiza que los lugares de memoria han sido ampliamente reconocidos en Colombia y a nivel internacional, como espacios de resiliencia y construcción de paz. Su rol es y será indispensable para llevar adelante algunas de las tareas que se proponen desde el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición y, particularmente, dentro de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad. Sin embargo, los hechos ocurridos en los últimos meses en Trujillo, ponen en evidencia la necesidad de que el Estado asuma de modo perentorio las medidas de protección necesarias para garantizar el funcionamiento de estos espacios y el normal desenvolvimiento de las organizaciones de víctimas y del trabajo de los líderes sociales, quienes siguen siendo objeto de diferentes agresiones.

El organismo culminó su declaración señalando que “los cuarenta espacios de memoria de doce países de América Latina y el Caribe, nos sumamos a la petición que Naciones Unidas ha hecho al Gobierno colombiano, con relación a tomar medidas para una mejor protección de líderes y defensores de derechos humanos y que garantice el buen funcionamiento de los lugares de memoria, tal como lo expresa la Red Colombiana de Lugares de Memoria, miembro de la RESLAC”.