Congregando a familiares, amigas y amigos, y compañeras y compañeros de partido se realizó el pasado sábado 13 de enero en el Parque por la Paz Villa Grimaldi un homenaje a Luis Guajardo Zamorano, ciclista, dirigente poblacional y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), detenido desaparecido desde el 20 de julio de 1974.

Guajardo fue secuestrado por efectivos de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), junto al también ciclista internacional, compañero de equipo y amigo, Sergio Tormen, quien también fue dirigente del MIR y estudiaba mecánica en el INACAP. El recordado Guajardo era al momento de su detención un activo dirigente poblacional en Barrancas (hoy Pudahuel) y en el cordón Cerrillos, era estudiante de Ingeniería en la Universidad de Chile, y su pareja tenía dos meses de embarazo.

El primero en intervenir fue Enérico García, tesorero del directorio de la Corporación de Villa Grimaldi, quien en su condición de ex compañero de colegio de Guajardo, evocó los años que compartieron en el Liceo Manuel de Salas, desde 1963. Señaló que Guajardo jugó un rol muy significativo en el curso que compartieron, “por la calidad de sus estudios, por la forma que tenía de organizar su pensamiento que lo llevaba a ser el mejor alumno de su clase, y por conjugar esa capacidad con su actividad deportiva, que muchas veces se ve como algo no compatible”.

Recordó también que se lo volvió a encontrar en 1970, ambos ya como militantes del MIR, como uno de los grandes puntales del trabajo político a nivel poblacional que el movimiento estaba desarrollando en esos años. Indicó que su perdida, “fue la de un ser excepcional, de un profesional y de un gran revolucionario, de un cuadro muy importante… y su madre nos va a decir, yo perdí un hijo, y tiene toda la razón”.

En tanto su hermana Patricia Guajardo Zamorano, compartió su recuerdo marcado por sus aprendizajes políticos y sociales compartidos junto a su hermano mayor, que no dejan de tener vigencia en la actualidad, “ya que la revolución hoy sigue siendo una tarea válida”. Evocó también su permanente alegría y su diario transitar en bicicleta por Santiago, acometiendo sus diversas tareas, indicando que “soñabas y luchabas por un futuro para la mayoría, esa mayoría que estaba representada por los pobladores de Barrancas”.

Intervino también Martín Faunes quien fue compañero de unidad de Guajardo, y quien dirige actualmente la Corporación 16 de octubre de La Serena, quien leyó la semblanza de Guajardo “Un par de botas para su hermana”. Además intervino Roberto D’Orival, coordinador del Colectivo 119, familiares y compañeros, quien manifestó que pese a no conocer a Guajardo, su historia resulta muy inspiradora para hoy seguir luchando por los actuales víctimas de las violaciones de derechos humanos que se siguen produciendo en Chile.

En representación de los organizadores de la actividad, el ex preso político Ángel Sanhueza, manifestó que ha pasado mucho tiempo y la memoria de Chile, “nos exige tareas urgentes, porque hemos dejado escapar hilos fundamentales de vida”. Al final de su intervención mencionó la lucha que sigue dando la madre de Luis Guajardo, Eliana Zamorano, que indicó es un ejemplo de integridad, valor y solidaridad con su propia historia, y con otras causas de derechos humanos o que se refleja en diversas acciones acometidas en dictadura. Se la recordó también como una de las fundadoras de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Ella agradeció, al finalizar, todas las intervenciones y expresó su emoción ante el recuerdo y la injusticia que se sigue evidenciando el caso de su hijo, y en el de muchos más que aún no tienen respuesta.

En el acto participaron también Cristina Mamei, quien bailó una cueca sola; Cristián Cottet, quien declamó el poema Segundo discurso desaparecido del libro Políticamente incorrecto; y Boris y Sergio, quienes interpretaron varias composiciones musicales.