Familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos de la comuna de Ñuble, concurrieron al parlamento para denunciar la intervención del Tribunal Constitucional que ha detenido la acción de la justicia en cuatro casos en los cuales está involucrado el general en retiro de Carabineros, Patricio Jeldres, en la actualidad reo de Punta Peuco. Su defensa presentó recursos de inaplicabilidad que fueron aceptados a trámite por el tribunal, paralizando las causas.

Jeldres, teniente de la Segunda Comisaría de Chillán, comandó tras el golpe de Estado una serie de secuestros, torturas, desapariciones y ejecuciones  de militantes de izquierda y dirigentes sociales, delitos por los cuales ha sido encausado con magros resultados. En algunos casos ha resultado sobreseído y en otras  condenado a penas bajas, lo que podría revertirse de seguir tramitándose las causas que su defensa ha logrado frenar en el Tribunal Constitucional.

El pasado 8 de mayo, una delegación de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos de Ñuble, acompañada por otras organizaciones de derechos humanos, llegaron hasta el Congreso Nacional en Valparaíso, para exponer sus planteamientos en reuniones con la prensa que se llevaron a cabo en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados y con un grupo de Senadores de la República.

Teresa Retamal, integrante de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos de Ñuble, señaló el objetivo de esta iniciativa, manifestando que “en conjunto con otras organizaciones de derechos humanos estamos en una campaña para que el Tribunal Constitucional ponga en tabla las causas que tiene paralizadas, algunas por ocho meses. Hay que visibilizar el problema y las presiones tienen que ser políticas, para que las causas puedan llegar a la justicia ordinaria y seguir su proceso. Al estar las causas paralizadas, un Juez no puede ni siquiera darle término ni dictar condenas o absolución. Esto constituye una amplia impunidad”.

Por su parte, Rosario Peña, Presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Ñuble expresó que “por fin los senadores están escuchando nuestra verdad y ojalá que esto llegue a oídos del presidente Piñera para que se ponga la mano en el corazón, porque él no es inocente de que no sepa lo que pasó aquí en Chile. Todavía quedamos familiares. Yo tengo 84 años y sigo en esta lucha y voy a seguir mientras viva para saber dónde están nuestros familiares y que se haga justicia. ¿Cuántos hijos sin padre quedaron?, ¿cuántas madres sin sus hijos? Y ¿cuántas esposas sin sus esposos? Esto es lo nosotros estamos pidiéndole al gobierno y a los parlamentarios que están simpatizando con nuestra causa, que se pongan la mano en la conciencia y en el corazón, porque nosotros estamos terminando nuestra vida. Hemos pasado tanto dolor, por tantos años, y seguimos casi en lo mismo”.

La lucha incansable que llevan adelante desde hace décadas los familiares y las organizaciones de derechos humanos ha logrado que esta nueva situación de impunidad que se está generando en el Tribunal Constitucional, al cual denominan como la nueva “trinchera de la impunidad”, vaya quedando al descubierto.