El 18 de julio de 1975, un periódico chileno publicó en sus páginas interiores la noticia sobre una supuesta y “feroz purga entre marxistas chilenos” cuyo saldo eran sesenta “liquidados”. El origen de esta nota era la desconocida revista argentina “Lea” la cual se basaba en informaciones provenientes de México.  A la publicación trasandina se sumó luego un medio apócrifo brasileño -O’Dia de Curitiba-, y con ambas como fuentes la prensa chilena se empeñó en publicaciones cada vez más virulentas hasta llegar al odioso titular, “Exterminados como ratones”, publicado por el vespertino La Segunda el 24 de julio. 

Pronto se descubrió que se trataba de una operación comunicacional ideada por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), cuyo principal objetivo era intentar encubrir la práctica de la desaparición forzada y desacreditar las acciones de denuncia de familiares de las víctimas y de organismos de derechos humanos. La operación, denominada en clave “Colombo”, fue ejecutada entre los meses de junio y julio de 1975 y se llevó a cabo en el marco del Plan Cóndor involucrando acciones conjuntas del gobierno de Argentina y de las dictaduras de Brasil y Chile. 

Si bien la operación resultó un fracaso, esto no desalentó este tipo de prácticas y en noviembre de 1975 la DINA, con la complicidad de los medios y los reporteros de televisión Julio López Blanco y Claudio Sánchez intentaron presentar el asesinato de varios miembros de la familia Gallardo Moreno como un supuesto enfrentamiento entre guerrilleros y “fuerzas de seguridad”, inaugurando la táctica de encubrir asesinatos brutales como falsos enfrentamientos. 

Una característica del montaje de los 119 fue la entusiasta participación en él de civiles, de profesionales de la prensa que escribieron notas sobre un fantasmal ejército de guerrilleros chilenos en Argentina y luego sobre supuestas purgas y enfrentamientos con la policía argentina que terminaron con la muerte y desaparición de ciento diecinueve “ratones”, como los calificó la periodista Beatriz Undurraga, autora del ofensivo titular de La Segunda.

A pesar de las décadas transcurridas desde aquel invierno de 1975, la Operación Colombo está lejos de ser olvidada y existe la convicción en muchos que debe ser recordada de manera sistemática, no solo como una reparación simbólica a las víctimas, sino por las lecciones y alertas sobre prácticas de la prensa y de los aparatos represivos del Estado que están lejos de erradicarse. En la post dictadura variantes de Colombo se han llamado Caso Bombas u Operación Huracán. 

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Las imágenes que acompañan esta nota corresponden a fotografías del Archivo  del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.