La reciente elección por parte del Senado de Ángela Vivanco Martínez, abogada de la Universidad Católica, como nueva integrante de la Corte Suprema, ha puesto en alerta a sitios de memoria y a organizaciones de Derechos Humanos, ante la posible profundización de la impunidad en los tribunales chilenos. Las declaraciones off de record del actual ministro de Justicia, Hernán Larraín, criticando la designación de “jueces de izquierda” son consideradas una señal de un posible cambio para nombrar ahora a jueces de derecha.

La preocupación se justifica, señalan las agrupaciones, ante los antecedentes de la abogada, quien fue dirigente del partido derechista Unión de Centro Centro, es una acérrima defensora de la Constitución de 1980; fue candidata a diputada por Renovación Nacional en 1997, y alegó en contra de la despenalización del aborto en tres causales ante el Tribunal Constitucional, representando a los diputados de Chile Vamos.

La elección de Vivanco resulta aún más inquietante dado el proceso de renovación de integrantes del máximo tribunal. En los próximos cuatro años ocho de los veintiún miembros de la Corte Suprema se jubilan, renovándose así un tercio del tribunal. A ello, agregan, se suma la partida de ministros como Milton Juica y Carlos Cerda, “lo que implicará un cambio muy significativo en el máximo tribunal y posiblemente un retroceso en materia de verdad y justicia”.

Plantean que ante este escenario resulta necesario que las organizaciones de derechos humanos busquen formas de incidir en estas decisiones a fin de evitar la profundización de la impunidad en los tribunales.

Señalan que para los sitios de memoria resulta de mucha importancia el nombramiento de personas solventes que den garantías respecto a los temas relacionados con el establecimiento pleno de la verdad y la justicia en los crímenes de lesa humanidad perpetrados durante la dictadura, así como con la defensa de los derechos humanos en el presente.