Con un acto frente al Aeródromo de Tobalaba, organizaciones sociales y políticas de La Reina expresaron su voluntad de levantar un memorial que recuerde el papel del recinto en la estrategia terrorista de la dictadura cívico militar.

En el acto, intervinieron a favor de la iniciativa diversos oradores, entre ellos el actual alcalde de La Reina, Raúl Donckaster, la académica Coral Pey, el periodista Jorge Escalante, y el ex preso político Higinio Espergue, presidente de Villa Grimaldi, entre otros actores que apoyan esta iniciativa.

En 1973, el Aeródromo de Tobalaba era sede del Comando de Aviación del Ejército, que mantenía en el lugar 9 helicópteros Puma, de fabricación francesa. Una de estas naves fue utilizada por la comitiva encabezada por el general Sergio Arellano Stark para trasladarse por diversas localidades del centro-sur de Chile, promoviendo el fusilamiento sumario de prisioneros políticos. El primer viaje de la que sería conocida como “Caravana de la muerte”, iniciado el 30 de septiembre de 1973, dejó como saldo 26 presos ejecutados.

Arellano Stark y su comitiva, volvieron a levantar el vuelo el 16 de octubre del 73, esta vez con rumbo a ciudades del norte del país. El resultado fueron 71 prisioneros asesinados, varios de ellos con extrema crueldad.

Símbolo de la maquinaria del terror

Pero, no sólo por la “caravana de la muerte” el aeródromo cumplió un rol gravitante en la estrategia terrorista de la dictadura. El periodista investigador Jorge Escalante, recordó que con posterioridad al episodio “Caravana”, especialmente en los años 75 y 76, las aeronaves militares estacionadas en Tobalaba sirvieron para lanzar al mar más de 700 cuerpos de prisioneros y prisioneras políticas.

“Durante el periodo en que operó la DINA desaparecieron más de 1200 personas –señaló Escalante-, cuyos cuerpos fueron lanzados al mar desde helicópteros estacionados en este recinto. Desde aquí levantaban el vuelo y aterrizaban en el campo militar de Peldehue para recibir la carga de personas asesinadas, aunque también algunos fueron cargados en este mismo aeródromo ”. Uno de estos cuerpos, el de la profesora Marta Ugarte, secuestrada y torturada brutalmente en Villa Grimaldi, fue devuelto por el mar a una playa de la localidad de Los Molles, V Región, brindando una prueba irrefutable de esta práctica.

“Este aeródromo, fue usado con tal finalidad incluso hasta el año 1987, en el caso de los cinco militantes del FPMR cuyos cuerpos fueron lanzados al mar desde un helicóptero estacionado aquí. Por lo tanto, este lugar es el símbolo más claro de la estrategia de exterminio de la dictadura. Desde acá se montó la maquinaria del terror más relevante de la larga noche del Estado dictatorial” concluyó Jorge Escalante.

Sitio de memoria

A nombre de los impulsores de la iniciativa de construcción del memorial, intervino la académica Coral Pey, quien señaló: “El compromiso de todos los que estamos acá es de hacer de este sitio un lugar de memoria y un monumento nacional . Ejercemos nuestro derecho a la memoria, pero con una mirada de futuro. Los sitios de memoria tienen dos historias: una historia del horror vivido y una historia de construcción social. En este momento, donde persisten los pactos de silencio y la impunidad y donde todavía sabemos tan poco de lo que pasó en nuestro país bajo dictadura, creemos que este sitio de memoria adquiere importancia porque además se relaciona con muchos otros esfuerzos similares en todo el país. Desde estos lugares reivindicamos a nuestras compañeras y compañeros caídos, no solo como víctimas, sino como portadores de un sueño colectivo y de un sentido ético que tanta falta hace a la política en la actualidad.

Por su parte Higinio Espergue, presidente del directorio de Villa Grimaldi, manifestó el compromiso de su institución con las iniciativas que buscan rescatar la memoria histórica, marcando o recuperando sitios que fueron reductos del terrorismo de Estado. “Nosotros queremos garantizar la no repetición de estos hechos, para lo cual luchamos por la verdad y la justicia; por quitar sus grados militares a todos quienes cometieron crímenes de lesa humanidad ; por abrir todos los archivos de la represión en este país, para que esa verdad sea pública. Es una vergüenza, manifestó el dirigente, que mientras en los EEUU se desclasifican documentos sobre el asesinato de Orlando Letelier, en Chile todavía no podamos conocer toda la verdad sobre los crímenes de la dictadura. Las FFAA chilenas tienen que asumir su responsabilidad, repudiar todos los pactos de silencia y comprometerse efectivamente a respetar plenamente los derechos humanos», culminó el dirigente.

GALERÍA

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El Aeródromo de Tobalaba, Villa Grimaldi y otros centros de secuestro, tortura y exterminio, formaban una maquinaria terrorista destinada a sofocar todo atisbo de resistencia a la dictadura cívico-militar

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Jorge Escalante, periodista: «El aeródromo es el símbolo más claro de la estrategia de exterminio de la dictadura. Desde acá se montó la maquinaria del terror más relevante de la larga noche del Estado dictatorial”

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Coral Pey: «En momentos  donde persisten los pactos de silencio y la impunidad y donde todavía sabemos tan poco de lo que pasó en nuestro país bajo dictadura, creemos que este sitio de memoria adquiere importancia porque además se relaciona con muchos otros esfuerzos similares en todo el país. Desde estos lugares reivindicamos a nuestras compañeras y compañeros caídos, no solo como víctimas, sino como portadores de un sueño colectivo y de un sentido ético que tanta falta hace a la política en la actualidad».

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Higinio Espergue: «Nosotros queremos garantizar la no repetición de estos hechos, para lo cual luchamos por la verdad y la justicia; por quitar sus grados militares a todos quienes cometieron crímenes de lesa humanidad ; por abrir todos los archivos de la represión en este país, para que esa verdad sea pública».

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Raúl Donckaster, alcalde de La Reina: «Que bueno que busquemos las formas de hacer presente la memoria desde una instalación física, para que podamos tener permanentemente el recuerdo y desde ahí podamos buscar formas para que nunca mas ocurran en Chile atrocidades como las relatadas por Jorge Escalante»