Con los 70 años de la declaración universal de Derechos Humanos como eje conductor, y revisando la situación de los migrantes, la infancia, las mujeres, los pueblos originarios, la diversidad sexual, el medio ambiente y las vulneraciones no resueltas a los derechos humanos bajo la dictadura cívico-militar, se realizó el tradicional Vía Crucis a Villa Grimaldi 2018, bajo el lema “Cristo sigue sufriendo en el dolor de su pueblo”.

La actividad, congregó desde muy temprano a distintas comunidades cristianas populares, quienes efectuaron una peregrinación al ex cuartel de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) donde renovaron el compromiso con la lucha por la memoria y los derechos humanos, y recordaron  participación protagónica de laicos y religiosos (as) en la recuperación de Villa Grimaldi.

Patricio Vejar, coordinador de la Comunidad Ecuménica Martín Luther King, una de las instancias convocantes de la actividad, manifestó al iniciar la jornada que este vía crucis “es una expresión compromiso frente al dolor y al sufrimiento, y a la vez una demanda para intervenir frente a las injusticias”. Agregando que la instancia permite destacar la labor que estas distintas comunidades han cumplido en la lucha por los derechos humanos en Chile, y la dignificación de sus contenidos.

Durante el trayecto se realizaron dos estaciones. La primera de ella, en el acceso al parque que se emplaza actualmente donde estuvo por muchos años la ex toma de Peñalolén, sirvió para denunciar las distintas vulneraciones que se dan en el país, principalmente en temas de migración y de discriminación y violencia hacia la mujer.

La segunda estación, a pocos metros del acceso a Villa Grimaldi, fue la instancia para reconocerse las comunidades participantes y a la vez para evocar a aquellas personas que ya no están presentes, y que jugaron roles importantes en versiones anteriores de esta actividad o en el trabajo de las comunidades cristianas. En esta oportunidad se evocó a Enrique Moreno Laval y Manuel Puerto.

La siguiente estación fue uno de los accesos de Villa Grimaldi, donde se colgaron zapatos , que representaban a los pueblos originarios, a las mujeres, a los migrantes, a los menores, entre otros, como una forma de denunciar las problemáticas vigentes en cada uno de esos grupos. A continuación el Vía Crucis Popular 2018 fue recibido por la secretaria general de la Corporación Por la Paz Villa Grimaldi, Mariana Zegers, y la administradora, Carola Zuleta, quien destacaron la importancia de esta nueva versión, y dieron la bienvenida a las más de quinientas personas que iniciaban las estaciones al interior de nuestro sitio de memoria.

 

Al interior del recinto se realizaron dos estaciones, una en la velaria, donde se efectuó la lectura bíblica, que narra la muerte de Jesús, a cargo de la religiosa Karoline Mayer, y se recordó a las víctimas de la prisión, el secuestro y la desaparición política. Luego se efectuó la tradicional reflexión junto al antiguo portón de acceso a Villa Grimaldi, y que actualmente permanece cerrado, como un símbolo del nunca más.

Finalmente el sacerdote Mariano Puga, quien recordó emocionado que él también estuvo detenido en Villa Grimaldi y debió escuchar los gritos de una torturada, señaló a los asistentes, que en este vía crucis “nos han hablado de todos los temas, nos han recordado a todos los que sufren, a los inmigrantes, a las mujeres, a las niñas y niños, y entonces no podemos irnos de acá sin hacer un compromiso verdadero para que todo esto cambie”.

Recordó por último, un texto de la Biblia, donde Jesús interpela a los creyentes por su malas prácticas. El texto evocado por Puga señala: “Apartaos de mí, malditos…. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis”.