13221058_512260635624720_5847178155118835636_nLos chicos trasladan con esfuerzo una pesada cámara de cine por los senderos de Villa Grimaldi. Es una vieja Arriflex de 16 mm, que alguna vez usó Jorge Müller, camarógrafo de La Batalla de Chile y de filmes com “A la sombra del Sol” de Silvio Caiozzi y Pablo Perelman. En este film la cineasta Carmen Bueno ofició también de continuista, señala la académica de la Universidad de Valparaíso, Adela Cofré, esposa de Silvio, que acompaña a los chicos. “Creo que en esa filmación se conocieron y se hicieron pareja. Cuando Carmen hacía la claqueta, aprovechaba de tirarle besos al Jorge. Eran bonitos como pareja” recuerda.

“A la sombra del sol” se terminó en 1974, año de obscuridad y terror desatado. El 28 de noviembre se estrenó en el cine Las Condes, tras lo cual el equipo celebró una recepción que duró toda la noche. Al día siguiente Carmen y Jorge fueron secuestrados por agentes de la DINA en una calle de Providencia y llevados a Villa Grimaldi para ser brutalmente torturados.

El calvario de la pareja culminó en el recinto de Cuatro Álamos, de donde fueron sacados con rumbo desconocido el 18 de diciembre.

En Julio de 1975, el nombre de Carmen Bueno apareció en un listado de militantes de izquierda muertos en supuestas “rencillas internas” y en falsos enfrentamientos con policías trasandinos. Un montaje comunicacional infame, conocido como Operación Colombo, orquestado por la DINA en complicidad con los diarios de la cadena El Mercurio y el periódico La Tercera.
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La vieja cámara de Jorge sigue visitando los hitos de Villa Grimaldi. Parece que filma una escena en el Jardín de las Rosas, donde hace la claqueta Carmen desde un óvalo de cerámica que lleva su nombre. Se sitúa frente al muro de los nombres, luego ante la celda llamada “casa Corvi” y al final en el portón, por donde ambos fueron ingresados al reino del terror.

De Carmen y Jorge nunca mas se ha sabido, pero sus nombres se quedaron prendidos en la memoria y motivaron a tres chicos cineastas a contar su historia, cuarenta y dos años después. Ahora ellos llevan la vieja Arriflex por entre los árboles y rosales de la Villa y pareciera… pareciera…pareciera que Jorge mantiene pegado su ojo al visor, buscando enfocarla en el mejor ángulo y Carmen lo piropea mientras hace sonar la claqueta con el detalle de una nueva escena a filmar (lfa).