Centenares de trabajadoras y trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos, organismo del Estado argentino, serán despedidos  y, de los que queden trabajando, muchos verán reducidos sus sueldos hasta en un 70 por ciento. Con estos despidos y recortes, el gobierno de Javier Milei busca desmantelar la institucionalidad levantada en torno a temas de memoria y derechos humanos, enmudeciendo a los espacios de memoria. Entre ellos, la emblemática Escuela de Mecánica de la Armada, recinto que en septiembre de 2023 fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Mundial, al igual que el Campo de Concentración Nazi Auschwitz-Birkenau en Polonia o el Memorial de la Paz de Hiroshima en Japón.

La preocupación por el destino de los sitios de memoria traspasa fronteras, como es el caso de instituciones chilenas que estuvieron a punto de quedar sin financiamiento en el presupuesto fiscal 2025. Milei y la derecha chilena con estas estrategias buscan silenciar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura argentina y chilena y así perpetuar la impunidad y el olvido con el claro objetivo de impedir la transmisión de la memoria en el presente.

Por lo anterior, hacemos un llamado a solidarizar con los sitios argentinos. Las 30 mil vidas segadas en la larga noche de la dictadura trasandina no pueden ser silenciadas nuevamente, demoliendo los espacios que las recuerdan. Sería una brutal apología del terrorismo de Estado y una amenaza para el futuro no solo de la Argentina, sino de todo el continente.