El ‘Muro de los Nombres’, ubicado en el extremo sur-poniente del Parque, corresponde al monumento, inaugurado en 1998, en homenaje a las personas detenidas desaparecidas, ejecutadas o muertas como consecuencia de la tortura en Villa Grimaldi, entre los años 1973 y 1978. En él se grabaron, en primera instancia los nombres de 226 de las víctimas, bajo los años en los que murieron o en que fueron secuestrados. Tras la última actualización de antecedentes, se re-inauguró en diciembre de 2017 con 241 nombres.

El muro pone en evidencia no sólo los años en que se produjeron más muertes o desapariciones a partir de las detenciones efectuadas en Villa Grimaldi, sino las dinámicas represivas y los objetivos de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).

El muro fue abordado como un lugar de recogimiento y conmemoración, transformándose en parte importante de la obra arquitectónica del Parque por la Paz, siendo el punto cúlmine del llamado ‘camino de la vida’ uno de los dos ejes simbólicos que definen al sitio de memoria. Los relieves del muro son fósiles que operan un símbolo de la permanencia del recuerdo, representando la resistencia de estos nombres al paso del tiempo.

Ombú

En el mismo eje, y frente a donde se encontraban las celdas de mujeres, se eleva este imponente árbol, originario de la patagonia argentina y que formaba parte de los jardines de la casa original.

A pesar de su belleza, este árbol, está asociado al sufrimiento de los ex detenidos, ya que las ramas del ombú también fueron utilizadas como herramientas de tortura. De acuerdo a los testimonios de sobrevivientes, se ha podido saber que los guardias colgaban a algunos secuestrados y los exhibían, como una forma de amedrentamiento hacia le resto de los detenidos, y obtener así información de inteligencia. También fue colgado de este árbol, un joven recluta, acusado de traición por colaborar con los reclusos.