La Corte de Apelaciones de Santiago condenó a dos agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por su responsabilidad en el delito de homicidio calificado de Fernando Abraham Valenzuela Rivera, perpetrado en noviembre de 1974.

La investigación inicial determinó que en noviembre de 1974, Valenzuela Rivera, miembro del Comité Central y Jefe de Informaciones del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), «se dirige al sector de la calle Santa Filomena para tener un punto de contacto con otro militante, sin contar con que agentes de la agrupación Halcón, Blascay Zapata y Osvaldo Romo, ambos fallecidos, dependiente de la Brigada Caupolicán, ya se encontraban en conocimiento de esta situación y habían concurrido al punto de encuentro llevando consigo para reconocimiento a la militante del MIR, María Alicia Uribe Gómez, detenida en ese entonces en Villa Grimaldi y cooperadora de la DINA».

En fallo reciente de la Segunda Sala del tribunal de alzada condenó a los agentes Pedro Octavio Espinoza Bravo y Miguel Krassnoff Martchenko a diez años y un día de presidio, como autores del delito, sentencia que revocó la de primera instancia en la parte que absolvió a Espinoza Bravo, tras establecer que tuvo participación en los hechos.

«Que con los antecedentes recopilados durante la investigación es posible construir diversas presunciones judiciales que por reunir las exigencias de fundarse en hechos reales y probados, ser múltiples, graves, precisas, directas y concordantes, son bastantes para sostener con convicción que al acusado le cupo intervención en calidad de autor mediato en los términos del N° 2 del artículo 15 del Código Penal, del delito de homicidio calificado de Fernando Valenzuela Rivera, en tanto a la época de los hechos formaba parte del mando de la Dina, en especial de la Brigada de Inteligencia Metropolitana, bajo cuyo control y dependencia se encontraba la Brigada Caupolicán», sostiene el fallo.

Resolución que agrega que «en sus declaraciones indagatorias, Espinoza Bravo ha sostenido que se le ordenó incorporarse a la DINA, en su calidad de Oficial de Ejército, bajo el mando de su Director Manuel Contreras, lugar donde se mantiene hasta diciembre de 1974. Reconoce que en octubre de 1974, es designado Subdirector de Inteligencia Interior en el Cuartel General de la DINA, y el 19 de noviembre de ese año, a cargo del Cuartel Terranova».

«Los cargos servidos –continúa– con antelación a su llegada al cuartel Terranova, dejan de manifiesto claramente la posición de mando en la DINA, y de superior respecto de las Brigadas de Inteligencia, desde donde se planificaba la represión y actos contra los opositores, específicamente la denominada Brigada Caupolicán, cuyo objetivo a la fecha de ocurrencia de los hechos, era combatir al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), entidad a la que pertenecía la víctima».