Mariano Puga tuvo la fiesta de resurrección que él planeó antes de morir en el sitio de memoria Parque por la Paz Villa Grimaldi, rodeado de todas y todos aquellos que compartieron de una u otra manera su vida. La música, el cariño, diversas expresiones de cultura popular fueron el marco que pudieron compartir las miles de personas que llegaron al ex centro de tortura, secuestro y exterminio de la DINA, donde Puga estuvo secuestrado.

Así lo recordó Mariana Zegers, secretaria del directorio de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi,  en su intervención ante los asistentes, indicando que “en julio de 1974 un hombre alto, de nombre Mariano Puga Concha, de oficio obrero y sacerdote, fue ingresado al cuartel Terranova, de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), para ser interrogado sobre las conexiones de sectores de la iglesia católica con el movimiento de resistencia a la dictadura cívico-militar”.

Zegers agregó que “lo que aquí vivió y escuchó Mariano lo marcaría profundamente en su vida, y tras el término de la dictadura y la recuperación de Villa Grimaldi volvió al recinto en peregrinación, todos los viernes santos, y en múltiples  oportunidades en su calidad de sacerdote y ex prisionero sobreviviente”.

Concluyó Zegers, que Puga se queda “anidado en la memoria del corazón, vive en el cariño y en las luchas de su pueblo”.

Especiales palabras tuvieron diferentes personas que lo conocieron a lo largo de su vida. Una de ellas fue Luisa Toledo, madre de los hermanos Vergara Toledo, quien indicó que Puga fue una figura clave en su vida, y que su rol, no sólo para ella, fue muy importante para lograr resistir en momentos de fuerte represión en dictadura, tal como ocurre en la actualidad.

En la actividad se hicieron presentes, la Orquesta de Amigos de Mariano, dirigida por el director Eduardo Browne,  el grupo Illapu, el músico y cantante Luis Le Bert, la rapera Ana Tijoux, los Bailes Chinos del Mapocho, la Banda Conmoción, el colectivo Chinchintirapie, y otras agrupaciones musicales.