En el último número de la revista Perfiles de Vida, se publicó una interesante entrevista a la psicóloga Karen Bascuñán coordinadora del Área Educación de Villa Grimaldi. La revista es editada por el Departamento de Extensión de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile y en este caso entrevistó a la profesional sobre su trabajo en el campo del rescate y difusión de las memorias de la resistencia a la dictadura y su valoración del aporte de la psicología y la transdisciplina a esta labor. La entrevista completa en formato papel digital puede consultarse al final del resumen.
La interdisciplina en la reflexión sobre las memorias silenciadas y de la resistencia
“… trabajé desde la clínica en PRAIS, donde se evidencia la necesidad de abordar la memoria o los procesos de reparación social desde distintos campos y soportes (testimoniales, artísticos y literarios, entre otros), pues se trata de una afectación de la realidad completa del país.
Me fui especializando en literatura comparada, que dialoga con otras disciplinas, he ahí un vínculo con la psicología, los textos, el arte sonoro y audiovisual, por ejemplo. Creo que es fundamental para poder realizar todo este proceso de rescate de memoria estar atento(a) a los procesos personales y cuáles son las propias reflexiones que están emergiendo; en ese sentido, la autobiografía se empieza a cruzar mucho. Si bien, en muchos casos, no somos víctimas directas, nuestra generación nació y creció en dictadura.
Elementos, factores y condiciones sociales actuales que caracterizan a nuestra sociedad en materia de memoria histórica
A nivel país tenemos deudas muy importantes. La construcción de la memoria necesita como anclaje la Verdad y Justicia, y eso en nuestro país ha sido fuertemente obstaculizado. Por otro lado, hay elementos vinculados a la acción desde la transgeneracionalidad, es decir, el reconocimiento que hay distintas generaciones que estamos involucradas en este proceso.
Más que la academia y los organismos o políticas estatales, pienso que han sido los movimientos sociales los que más fuertemente han aportado en la búsqueda y esclarecimiento de la verdad. Ahora, la cantidad o grupos que niegan la existencia de la dictadura y violaciones a los derechos humanos, que hubo secuestros, torturas, asesinatos, desapariciones y ejecuciones políticas, es menor a la de hace 20 años; previamente, todos estos actos de lesa humanidad eran puestos en duda. A estas alturas resulta impresentable decir que esto no sucedió.
Difusión de la memoria hacia las nuevas generaciones.
Yo creo que se puede hacer de múltiples formas. En particular, lo que nosotros hacemos aquí tiene que ver con la educación, dando a conocer, primero, que existe un contexto histórico innegable. También queremos enfatizar y visibilizar el desarrollo de otras memorias, no solamente la memoria del horror y del trauma, sino que también las memorias de la resistencia. En ese sentido, trabajamos principalmente con las memorias de quienes estuvieron haciendo trabajos en la clandestinidad.
Con el tiempo, se han incluido otros actores. Por ejemplo, actualmente estamos trabajando en la construcción de las memorias de la niñez en dictadura, ya que en tanto dictadura atravesó todas las esferas de la vida, y surgieron también otros protagonismos y visiones. Eso no conlleva, necesariamente, una investigación sobre todas las memorias de la niñez, sino que cómo aquello –en la medida que avanzan los años– empieza a construir su propia memoria como “sujeto subalterno”, respecto de qué le generó y cuáles fueron sus implicancias como ser subjetivado.
Asimismo, hay una memoria conectada al género o las memorias feministas y cómo estás fueron y son una parte activa en el proceso. En el fondo, la complejidad de los temas de memoria es que incluyen múltiples memorias. No es un trabajo de adoctrinamiento, sino más bien de entrega de conocimiento acerca de la verdad, una verdad que también es judicial aparte de la memoria propiamente tal.
Vínculo pasado presente
Con el paso de las décadas y tras el gobierno de Patricio Aylwin, se han generado diversos movimientos sociales que reactivan ciertos legados políticos y luchas sociales, memorias con las cuales debemos estar absolutamente en diálogo. Hoy, en el país hay detenidos desaparecidos de la postdictadura. También han surgido reacciones contra las fuerzas de orden que se manifiestan en contextos de marchas estudiantiles: carabineros arrestan a jóvenes y llevan a cabo prácticas que están muy al borde de la tortura. Ese vínculo pasado-presente es ineludible si trabajas en memoria.
En Chile, el campo de los estudios de la memoria está absolutamente vinculado a derechos humanos, por el contexto también en el que se ha dado. Por el contrario, en otros países los estudios de la memoria no están necesariamente anclados en una dictadura, eso corresponde y depende de los procesos históricos de cada país.