La Corte Suprema ratificó la sentencia a los autores de su desaparición. Ocho agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), fueron condenados. El caso forma parte de la investigación del caso “Villa Grimaldi. Cuaderno Principal”, que investigó las desapariciones de otras 17 personas y un homicidio en el ex Cuartel Terranova.

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Por Carlos Antonio Vergara

El máximo tribunal del país ratificó la sentencia dictada por el Ministro en Visita Leopoldo Llanos el 27 de junio de 2014, y ratificada por la Corte de Apelaciones de Santiago en septiembre del año pasado. Beausire es víctima de la Operación Cóndor, la coordinación de los aparatos represivos de las dictaduras de América del Sur de la época.

Guillermo Roberto Beausire Alonso, sin militancia política, de 24 años, fue detenido el 2 de noviembre de 1974 por efectivos de seguridad de la República Argentina, en el Aeropuerto Ezeiza de Buenos Aires, lugar al cual llegó en el vuelo N°145 de LAN Chile proveniente del Aeropuerto de Pudahuel.

Beausire pensaba alojar dos días en Buenos Aires para luego dirigirse a París en el vuelo 148 de la misma Línea Aérea.

En la causa, declaró Mary Ann Beausire, su hermana, quien también estuvo detenida y sostuvo que la detención de su hermano como la de su madre y padre se debió a que los agentes de la DINA buscaban dar con el paradero de Andrés Pascal Allende, dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

El ex agente Samuel Fuenzalida, reveló al tribunal que Beausire “era pariente de la señora del ‘Pituto’ (Andrés Pascal Allende) y que fue detenido en Buenos Aires por agentes de la DINA, quienes lo trajeron en un contenedor”.

Antonio Viñes Lobato, sobreviviente de Villa Grimaldi, puntualizó a la Policía de Investigaciones (PDI), que “los primeros días de enero de 1975, estando detenido en Villa Grimaldi, en el sector de la Torre, conversó con Guillermo Beausire Alonso, quien estaba encerrado en la celda contigua a la suya, estaba con fiebre alta y le supuraba un oído, le contó que era ingeniero comercial”.

En la oportunidad, le dijo que estaba prisionero porque su hermana era pareja de Pascal Allende y que fue “detenido en el aeropuerto de Buenos Aires, por agentes de civil, lo encerraron en un baño y luego lo subieron en un avión de la Fuerza Aérea Chilena y trasladado directamente a Villa Grimaldi”. Le señaló que llevaba mucho tiempo allí. Más de dos meses”.

Por su parte, Emilio Iribarren Ledermann, detenido el 4 de enero de 1975 por la DINA vio a Beausire cuando iba al baño. Le contó que “lo tenían botado en una colchoneta en el patio”, conversó con él, contándole cómo lo detuvieron.

Otra sobreviviente, Patricia del Carmen Guzmán Pardo, detenida el 17 de enero de 1975, también pudo verlo “cuando lavaba los platos, estaba muy mal físicamente, tenía un brazo enyesado, su ropa estaba desgarrada y de aspecto muy sucio”.

En La Torre de Villa Grimaldi

Antonio Alfonso Viñes Lobato, detenido en enero de 1975 indicó que Beausuri “estaba muy mal, le supuraba el oído y tenía fiebre”, le comentó que “llevaba como setenta días detenido”.

Iván Alejandro García Guzmán, detenido el 20 de noviembre de 1974, lo vio en la pieza de hombres. “En una sala donde habían alrededor de 20 a 22 detenidos, todos sentados en sillas, la mayoría de entre 20 y 30 años, entre ellos Beausire, ‘guatón Beausire’, quien le cuenta la historia de su detención, pensaba que su familia creería que estaba en Argentina o Europa, recuerda que a él, constantemente, lo acosaba Marcelo Moren Brito”.

Moren Brito “entraba a la pieza y le preguntaba dónde estaba Pascal Allende y el dinero, lo pateaba, esto debe haberse repetido varias veces y nunca dijo nada, le respondía que no sabía. A los dos días lo llevan a la sala de torturas, donde es torturado por Osvaldo Romo y Marcelo Moren Brito.”

También lo vieron Graciela Álvarez Rojas y María Rodríguez Araya, Raúl Enrique Flores Castillo, Luis Muñoz González y Antonio Alfonso Lobato Viñes, todos sobrevivientes de Villa Grimaldi que testimoniaron a la justicia.

Herman Schwember Fernández declaró que fue detenido el 8 de octubre de 1974 por la DINA, dejado en libertad y posteriormente vuelto a detener el 8 de enero de 1975 y trasladado a Villa Grimaldi, encerrado en la Torre compartió celda con Agustín Martínez Meza. En otra celda estaba Guillermo Beausire de quien consignó tenía un grave problema en sus oídos.

María Alicia Salinas Farfán, detenida el 2 de enero de 1975 por la DINA, vio en una ocasión en el baño a Guillermo Beausire, quien le contó cómo fue detenido.

Antonio Alfonso Viñes Lobato, detenido por la DINA, lo trasladaron al ex cuartel Terranova el 2 de enero de 1975. Allí recuerda haber visto a Manuel Contreras Sepúlveda. Fue interrogado y torturado y compartió celda con Robotham Bravo y Beausire, quien estaba en la celda del lado a la de él. Beausire le contó que después de haber sido detenido en Argentina, lo trasladaron amarrado en una nave de la Fach. Estaba “todo el tiempo estaba con fiebre”, declaró.

Héctor Hernán González Osorio, detenido el 6 de diciembre de 1974 relató a la justicia que Beausire, “no era militante del MIR, y estaba detenido sólo por ser hermano de Mery Ann Beausire compañera de Pascal Allende. Lo vio en la pieza de hombres de Villa Grimaldi.

Beatriz Miranda Oyarzún, de la Comisión Lista de Sobrevivientes de nuestra corporación, detenida el 3 de enero de 1975 por la DINA, fue encerrada en una pieza junto a muchas otras mujeres, entre las que recuerda a María Isabel Joui Petersen y María Teresa Eltit, todas detenidas desaparecidas. Vio en el patio a Guillermo Beausire, quien se encontraba detenido desde los primeros días de noviembre de 1974.

Por este crimen contra la humanidad fueron condenados a 20 años de presidio Pedro Espinoza Bravo, Miguel Krassnoff Martchenko, Fernando Lauriani Maturana, Gerardo Godoy García, Ricardo Lawrence Mires. Lawrence está prófugo desde hace un año. En tanto, Rolf Wenderoth Pozo, Basclay Zapata Reyes y César Manríquez Bravo, deberán cumplir 15 años y un día. Para el jefe de la DINA Manuel Contreras y Marcelo Morén Brito operó la impunidad biológica: fallecieron de muerte natural, pero en prisión, antes de recibir la condena definitiva.