El 30 de septiembre se realizó en el Parque por la Paz Villa Grimaldi una ceremonia de conmemoración por el aniversario de la partida de Pepe, en conjunto con la Comunidad Cristiana de Base José Aldunate

El 28 de septiembre se cumplieron dos años desde el fallecimiento de José Aldunate, sacerdote jesuita obrero, profesor y defensor de los derechos humanos durante la dictadura militar. Quien, además, fue galardonado con el Premio Nacional de los Derechos Humanos en 2016.​​​

La ceremonia, dirigida por el sacerdote Pablo Walker, contó con la intervención de Carola Zuleta, administradora del Parque por la Paz Villa Grimaldi, quien resaltó el rol que tuvo Pepe Aldunate como “un protagonista de primera línea en la lucha por los derechos humanos en nuestro país y un actor fundamental  de la recuperación del ex cuartel Terranova de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA)”

En reconocimiento de su papel en la lucha por Villa Grimaldi, tras inaugurar el parque y clausurar definitivamente el portón del recinto, por donde eran ingresados los detenidos, se nombró a Pepe custodio de su llave. En 2011, sintiendo su salud deteriorada, Pepe entregó la llave a la Corporación, pero simbólicamente sigue siendo el custodio del negro portón metálico que no debe abrirse nunca más. 

En buena medida lo que somos en la actualidad se lo debemos al esfuerzo de muchos que nos precedieron y por cierto al de Pepe, ya que lograron convertir un recinto de horror en un espacio para la reflexión y la educación, para la promoción de una cultura de derechos humanos y para alentar la lucha actual contra los abusos hacia la ciudadanía por parte de agentes del Estado.

Carola Zuleta
Sacerdote Pablo Walker en Villa Grimaldi – Conmemoración aniversario del fallecimiento de José Aldunate
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