Haydee Palma hoy es médica traumatóloga y un importante testimonio de la administración de Odlanier Mena; llena de irregularidades y crímenes, a pesar de la postura de cierta prensa que hoy le atribuye características de “demócrata”.

Mena, el responsable de la operación Retiro de Televisores “masacró a balazos a Gabriel Riveros Ravello y German Cortez Rodríguez”, establece Haydee, luego de describirnos detalles de su propia detención, de los dos meses que estuvo desaparecida, y de su expulsión a Tacna con un documento falso que decía “Cecilia Paz Azocar” en la más profunda indefensión.

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Un relato que da cuenta del horror y la desprotección que vivieron miles de chilenos en momentos donde la estructura estatal estuvo destinada al quebrantamiento de todos los derechos más fundamentales.

– ¿Cómo fue su detención en enero del 78?

Fui detenida el 16 de enero de 1978, siendo, en esa fecha, Odlanier Mena jefe de la CNI. Yo era militante del MIR en la clandestinidad desde el Golpe de Estado y ese día de enero caí a las tres de la tarde, a una «ratonera» ubicada en la calle San Isidro1414, comuna de Santiago Centro. Ahí ya tenían a la familia Giadrosic Figueroa detenida desde la mañana, hasta que nos sacan a todos con la violencia acostumbrada y nos llevan a Villa Grimaldi.

– ¿A qué estuvo vinculada su detención?

Esta detención se efectuó en el contexto de una gran represión al MIR; de hecho, en diciembre del 77 ya habían asesinado a Augusto Carmona, miembro del Comité Central. Entre militantes y ayudistas, ese día somos detenidos nueve personas. Pero además, hubo muertes: Gabriel Riveros Ravello, militante MIR, fue asesinado el 16, y Germán Cortés Rodríguez, de la Comisión política del partido, el día 18.

Luego todo lo ocurrido en esa fecha fue denunciado y atendido por la Vicaria de la Solidaridad, y posteriormente lo presentamos a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU; denuncia respondida por el Ministro del Interior de la época (general de División, Raúl Benavides Escobar) quien negó la veracidad de los asesinatos, torturas y detenciones arbitrarias.

A partir del 16 de enero, estuvimos detenidos y torturados en Villa Grimaldi: Guillermina Figueroa Durán. Aura Giadrosic Figueroa, Dinko Giadrosic Figueroa, Sofía Donoso Quevedo (mi madre), Eliana Palma Donoso (mi hermana); Isabel Margarita Wilk González, Rómulo Villegas Campos, Bernarda Santelices Díaz, y su hija Alejandra, de siete meses.

– ¿Quiénes fueron los ejecutores de dicha operación?

Por los procesos en curso sabemos que fueron Miguel Krassnoff Marchenko, Marcelo Moren Brito, Alvaro Corbalán, Fuentes Morrison y otros.

– ¿Qué sucedió esos dos meses en que estuvo desaparecida para su familia?

Estuve detenida, fui torturada e interrogada en Villa Grimaldi, hasta el 8 febrero del 78. Ese día me trasladaron hasta el centro de detención de la parcela Santa Eugenia de Malloco (Centro que denuncié al Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior el año 2005 porque no era conocido). Y, el 16 de febrero de 1978, me sacan de ese centro de detención, esposada, y me trasladan en un Peugeot con tres agentes hasta un centro de detención en Arica.

El 20 de febrero de 1978 me expulsan del país a Perú con un carnet falso a nombre de “Cecilia Paz Azocar”. En Tacna solicito ayuda al Obispo de Tacna, quien me entrega a la Policía de Investigaciones Peruana. Estuve detenida ahí hasta el 6 de marzo y me trasladan a Lima al Centro de Detención Transitoria para Mujeres. Allí había diez presas políticas peruanas, quienes son las que me ayudan a sacar mi caso a la luz pública ya que, hasta ese momento, yo era una presa política desaparecida. Finalmente, se logra publicar mi caso en la Revista Marka, y conocen mi caso en ACNUR y CADAS (de la iglesia peruana que trabajan con sindicalistas y presos políticos). Me colocan un abogado y salí en libertad el 14 de marzo con orden de expulsión del país. Paralelamente, Cuba me concede asilo y pude salir de Lima el 18 de marzo.

En ese momento mi madre, Sofía Donoso, y otras presas de Villa Grimaldi habían sido pasadas a la Fiscalía Militar y a la Cárcel de Mujeres. Desde ahí, con el abogado Héctor Salazar presentaron un recurso de amparo por mi situación.

– ¿Según su parecer, cuáles son los delitos más graves de la administración de Odlanier Mena como director de la CNI?

No tengo a mano el prontuario de Mena, pero en los hechos que he relatado hay tortura, desaparición, prisión y asesinato. Él no se dedicaba a “estudios de inteligencia estratégica” solamente, también masacró a balazos a dos de nuestros compañeros: Gabriel Riveros Ravello y Germán Cortéz Rodríguez. Un mes antes había participado como Jefe de Inteligencia en el asesinato de Augusto Carmona.