Desde julio del 2010 encabeza el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), entidad creada luego de la promulgación de la Ley 20.405 en noviembre del 2009 a fines del gobierno de la ex presidenta Bachelet. Por cerca de dos horas respondió todas nuestras preguntas, además de mostrarse como una firme partidaria que en esta fase el INDH deba preocuparse de todo, porque según afirmo “es la única manera de transversalizar el tema de los derechos humanos”, desde la paliza a estudiantes por carabineros en la Universidad Central hasta lo sucedido con la Polar.
Es abogada de la Universidad de Chile, Máster en Derecho Internacional de los Derechos Humanos de la Universidad de Oxford, Inglaterra y Licenciada en Derecho de la Universidad de Salamanca, España. Nos recibió a mediados de junio en una oficina ubicada en la primera cuadra de Eliodoro Yáñez, muy próximo a Providencia. Habla alemán e inglés y tiene doble nacionalidad chilena y suiza.
Es especialista en el ámbito de los derechos humanos para organizaciones gubernamentales y Presidenta de la Corporación Humanas y se desempeña también como docente universitaria. En su despacho, tiene a sus espaldas un gran retrato de Elena Caffarena, seguramente para no dejar duda sobre su trayectoria en el activismo y los derechos de las mujeres. En su extensa trayectoria de consultora internacional, ha desarrollado programas pioneros en materia de derechos humanos con miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía, jueces y funcionarios públicos en diversos países de América del Sur.
Villa Grimaldi (VG): En este tiempo de diversas movilizaciones de indignados o enmierdados, hay reacciones policiales desmedidas que no se condicen con lo que allí está sucediendo de manera mayoritaria: masivas manifestaciones, que además despliegan mucha creatividad. En su momento se ha denunciado el uso de gases lacrimógenos, cargas de policía montada o perros policiales frente a manifestantes. ¿Ustedes han tomado contacto con el Alto Mando de carabineros para hacer ver esto?
Lorena Fríes (LF): Nosotros lo hemos estado haciendo, además estamos incorporando a nuestros estudios internos el seguimiento a estos procedimientos y verificamos un cambio en el patrón de ejercicio de la violencia por parte de las fuerzas policiales. Pero el tema más de fondo que no se alcanza a dimensionar desde las fuerzas de orden y seguridad y desde el Ministerio del Interior es que estamos ante un tipo de manifestaciones y movilizaciones que no son las del 80.
Creo estamos ante un malestar que tiene que ver con una maduración de la democracia y que por tanto requiere una vuelta de tuerca respecto de para donde va esta democracia. Estoy convencida que esto debe significar nuevos diseños institucionales, porque no puede ser que la gente tenga el voto o la manifestación, que entre medio no exista nada y es eso lo que contribuye a que este malestar se vaya consolidando en movilizaciones que además son tremendamente legítimas.
Hay una secuencia desde la estigmatización de los manifestantes como “violentistas” hasta el accionar de carabineros. Hay que volver a decir: el derecho a manifestarse, el derecho a expresarse, la libertad de expresión debe ser efectiva, sin miedo y aquí estamos operando con miedos que aún permanecen y eso complejiza las cosas. Aquí, tenemos que pasar de una democracia tremendamente institucionalizada a una democracia que tenga más espesor en términos de participación ciudadana, yo creo que esos son las latencias que están debajo y no sé si el sistema político tiene capacidad para resolverlas.
INDULTOS Y BENEFICIOS A VIOLADORES DE DD.HH
VG: En el último tiempo conocimos declaraciones del general en retiro Humberto Julio, respecto a que “el gobierno no estaba cumpliendo los compromisos con ellos” y lo decía representando a los militares violadores de derechos humanos. Paralelamente de un tiempo a esta parte se siguen produciendo excarcelaciones por beneficios carcelarios a condenados por violaciones a los DD.HH ¿Cuál es vuestra opinión?
LF: Comencemos por el contexto, todavía está vigente la Ley de Amnistía de 1978, aunque de acuerdo al fallo de la Corte Interamericana debía cesar en todos sus efectos, porque hubo un cambio en la jurisprudencia, que no asegura ni da certeza, porque lo deja librado a los tribunales. Aunque existen diversas versiones sobre lo que se podría hacer, en definitiva igual el Estado está en falta ante la Corte Interamericana de DD.HH, porque este es un requerimiento y así lo hemos planteado.
Respecto de la condena de los militares involucrados en violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, la verdad es que hay una situación anterior que de un tiempo a esta parte se empezó a aplicar la media prescripción ,que baja en dos grados las penas, lo que hace que una persona condenada por secuestro y homicidio , baje sustantivamente sus años de cárcel y al suceder ello se haga acreedor de beneficios intrapenitenciarios y la ley no distingue entre violadores de DD.HH y delincuentes comunes.
Entonces lo que tenemos-y se lo hemos planteado a las autoridades- es que por ejemplo a Héctor Llaitul del movimiento mapuche se le condena a 14 años sin haber lesionado ni matado a nadie- y por otro lado, militares condenados por violaciones a los derechos humanos son condenados a cinco años de cárcel con beneficios intra-penitenciarios y además de encontrarse recluidos en cárceles de cinco estrellas. La verdad es que existe una desigualdad en el tratamiento y frente a eso el Instituto ha sido claro en decir que aquí no caben los indultos a violadores de DD.HH. Ya es suficiente con los beneficios que están teniendo con la media prescripción y después con el acceso a beneficios carcelarios.
¿UNA SUBSECRETARIA DE DERECHOS HUMANOS?
VG: Recientemente has dicho en una columna de opinión a propósito del proyecto de Subsecretaria de DD.HH anunciada en el último mensaje del 21 de Mayo: “esto podría ordenar a múltiples actores desde el Estado…a la vez sería muy preocupante que esto pudiese limitar instituciones existentes”.
LF: Creo esto debe mirarse primero en un contexto más amplio. En primer lugar la creación de Subsecretarias o ministerios en DDHH es una realidad cada vez más presente en América Latina de muy distinta forma en países como Brasil, Colombia, Argentina. Lo que hace es suplir un vacio y ello sirve porque diversos organismos del Estado están obligados a cumplir y al depender de un ministro político, introduce el tema en el gabinete y releva por tanto el tema de DDHH dentro del gobierno.
En segundo lugar, esa nueva instancia también podría coordinar las políticas que hoy son un desorden dentro del Estado chileno y particularmente dentro del gobierno en materia de derechos humanos. Chile tiene obligaciones que cumplir en el plano nacional e internacional y no necesariamente tiene vínculos claros para ello. Hasta ahora se hace usualmente desde la dependencia de la Cancillería y esta no tiene ningún poder para solicitar al resto del aparato del gobierno para que se cumpla con lo que ingresa a través de Cancillería en materia de DD.HH. Para nosotros como Instituto es positivo tener un interlocutor principal, no único y lo notamos en la práctica, cuando solicitamos información a todo el aparato del Estado y la verdad sería mucho más fácil con una ventanilla única para pedir toda esa información.
Creo que una Subsecretaría tiene sentido sólo y cuando el Instituto de DD.HH sea un interlocutor fuerte, capaz de decirle al Estado: usted esto no lo está haciendo bien. Si es ese el sentido bienvenido sea, si por el contrario hay aquí una intención de disminuir al Instituto, de que esto justifique que no vayamos subiendo en término de presupuesto y respetar el lugar que nos corresponde como Instituto, lo veríamos como un problema. No quisiera partir de la mala fe y en ese sentido lo que digo son nuestras preocupaciones, veamos si en la discusión se resuelven y el tiempo para esto debiera ser antes del próximo 21 de mayo.
EL INDH EN LA MOVILIZACION MAPUCHE
VG: El Instituto tuvo una figuración destacada en el término de la huelga de hambre de los comuneros mapuches. ¿Ello pudiera ser modélico para otros movimientos que alcancen su máxima tensión y finalmente los vean a ustedes como un facilitador o mediador? ¿En qué situaciones estarían dispuestos a intervenir?
LF: Es bueno mencionar que el tema mapuche surgió prácticamente a la par con el Instituto -con la huelga de hambre del año pasado-.Desde un principio estuvimos metidos, fuimos a visitarlos, vimos la posibilidad de recoger esas demandas y traducirlas en términos de estándares de derechos humanos que el gobierno, el Estado en general debía cumplir y en ese sentido el fin de la huelga es también el fin de una etapa que, está signada por el caso del supuesto atentado al fiscal Elgueta.
Nosotros como Instituto hicimos declaraciones respecto al tema indígena, porque veíamos con preocupación la judicialización y criminalización de la demanda del pueblo mapuche, por lo mismo dijimos que tenía que haber nulidad de la Ley Antiterrorista porque su vigencia no se condice con una sociedad democrática y seguimos esperando su reforma para que efectivamente tenga sentido en una sociedad donde el terrorismo está ausente. Porque algo muy distinto es que a propósito de las demandas sociales hayan hechos de violencia que pueden ser enfrentados con la legislación común y ordinaria.
La comisión que formamos al finalizar el movimiento de huelga de hambre fue en función de los lazos de confianza que se generaron con los comuneros mapuches por las dos instituciones que acompañaron ese proceso, la Iglesia Católica con monseñor Ezzati y el INDH. Por supuesto esa instancia no tiene ninguna posibilidad de hacer los cambios por sí misma, pero si creemos que puede identificar los elementos más acuciantes que impiden el diálogo entre el pueblo mapuche y el Estado chileno. Hemos creado una comisión independiente de los tres poderes del estado y tenemos un primer objetivo que tiene que ver con la modificación de la ley antiterrorista, el generar diálogo en torno a eso.
Un segundo objetivo es llevar esta preocupación al sistema de Naciones Unidas, de acuerdo a la ley que rige al Instituto somos un colaborador de ese organismo internacional y en ese sentido, la información que damos y los informes que hacemos van a los órganos competentes de derechos humanos de los pueblos indígenas.
Y tercero respecto a lo que estamos dispuestos a hacer. No tenemos un límite, al revés, estamos absolutamente conscientes que la fuerza del Instituto tiene que ver con la credibilidad y legitimidad que tenga frente a la ciudadanía, eso no puede significar que no entremos en diálogo o que no busquemos que el estado de manera completa se acoja a los estándares internacionales, pero sabemos que eso es un proceso lento en todas partes, sin embargo el que haya un ente diciéndoles: mire le falta esto y lo otro, en una función de Pepe Grillo, que de todas maneras será un aporte.
DERECHOS CIUDADANOS EN EL EXTERIOR
VG: Entre los temas pendientes, recientemente Perú tuvo elecciones y vimos colas de votantes que votando en Chile y sin importar su condición social, son ciudadanos plenos y eso uno lo compara con nuestros compatriotas, cientos de miles que hoy no son ciudadanos chilenos por esos chamullos de exigencias de viajes o vínculos. ¿Cuál es vuestra visión?
LF: El tema de la participación es un principio básico de toda democracia y, por lo tanto, ese es un derecho que no puede retroceder, que solo debiera avanzar y el gran logro que da sentido al Instituto será instalar una mirada en la ciudadanía o volver a instalar la idea de los derechos humanos en una forma integral. Entonces, si al cabo de tres, seis o nueve años los ciudadanos empiezan a hablar “yo tengo este derecho y lo voy a demandar y lo voy a exigir”, nosotros habremos tenido éxito porque eso a su vez va a transformar la democracia.
AGRESIONES HOMOFÓBICAS EN VALPARAISO
VG: Preparando esta entrevista encontramos agresiones en contra de personas travestis en la V región que se repiten con demasiada impunidad. ¿Qué está sucediendo allí? ¿Acaso es un lugar en Chile donde se puede morir a golpes o quedar desfigurado en el rostro por ser o vestir diferente?
LF: Este es uno de los mayores pendientes en Chile, porque tiene que ver con hacer de verdad algo con el principio de igualdad. Hasta ahora Chile se ha manejado con un concepto de igualdad de trato, pero la verdad es que la igualdad es más sustantiva que eso, implica no discriminación y lo que pasa con el mundo EGTB(lésbico-gays-trans-bisex) es que no tiene ninguna visibilidad, porque en este país los no visibles son los más discriminados. El MOVILH y otras organizaciones han venido haciendo un registro de esas denuncias, que han significado que incluso hayan muerto muchos travestis por actos brutales de gente que cree tiene la verdad para definir cuantos géneros hay en esta sociedad y cuáles deben ser las orientaciones sexuales.
Este es un camino que tarde o temprano tendremos que transitar y aquí la única pregunta es si lo haremos antes o después y por supuesto en eso el Instituto también tiene la opinión de creer profundamente en la dignidad y respeto de las personas y que la idea de no discriminación debe hacerse carne allí donde los grupos son más vulnerabilizados con la discriminación más extrema que es la violencia. Estamos avanzando nuestra posición respecto de la ley antidiscriminación y respecto de las uniones de hecho, en los términos más avanzados de los estándares internacionales, que generalmente siempre son más altos que los que tenemos en Chile.
PRESUPUESTO PÚBLICO A SITIOS DE MEMORIA
VG: De vuestro primer informe y en lo referido a la preservación de sitios de memoria como el Parque por la Paz Villa Grimaldi y Londres 38, ustedes dicen “estas entidades deben estar dotados de recursos públicos adecuados que sin comprometer su independencia permitan su continuidad en el tiempo”. Lo cierto, es que el año pasado no fue automática la inclusión en la ley de presupuesto y fuera de la activación de las propios sitios de memoria, debieron intervenir diversos parlamentarios.
LF: Yo creo que este es un gran desafío, porque efectivamente dentro de la experiencia del gobierno actual no está el de las violaciones a los derechos humanos, está de parte de quienes no están en el gobierno, en ese sentido, ellos debieran hacer un esfuerzo especial para mirar estos temas, porque al final la historia de los derechos humanos no es propiedad de la centro izquierda, ni de la izquierda, sino que tiene sentido cuando es de todos. Espero que este año, hayan comprendido que deben hacer un esfuerzo casi como el de la memoria, para tener presente y considerar que hay entidades que se dedican a la promoción y preservación de la memoria, porque eso le hace bien al país. Hay que pensar en la tortura antes y la tortura hoy en día, la libertad de expresión que nos fue negada durante la dictadura con la sensación de censura que hay en este país todavía, como por ejemplo sucedió en un principio con la cobertura informativa a la huelga de hambre de los mapuches.
LA PREVENCION DE LA TORTURA
VG: En junio el relator especial de DDHH Juan Méndez se reunió en Chile con 40 especialistas y en una entrevista manifestó que tenía la idea que había una relación entre la sensación de inseguridad ciudadana y los métodos policiales y ello era sintomático, porque lo relacionaba además con las condiciones de hacinamiento en las cárceles. ¿Qué importancia tuvo ese encuentro?
LF: Creo que ese encuentro dejó un itinerario referido a la región porque enfatizó la necesidad de prevenir la tortura y eso tiene que ver con todo un trayecto que esta antes de entrar al sistema judicial. Tiene que ver con el derecho a la reunión y a la movilización, con que las detenciones en ese contexto sean legales, que en las prisiones no se ejerzan malos tratos, en fin tiene que ver como “se construye” una agenda de seguridad desde los medios de comunicación donde las movilizaciones son mostradas como inseguridad y ello facilita que la policía ejerza violencia innecesaria. Yo creo que el segundo desafío es la creación de un mecanismo nacional de prevención contra la tortura, que es una obligación que tiene Chile desde hace dos años después que firmó el protocolo opcional de la convención contra la Tortura y que todavía no ha sido instalada. Ese será un órgano independiente que tiene un ámbito de atribuciones mucho más amplio, referido a todas las personas que estén bajo custodia del Estado, recluidas en el psiquiátrico, geriátrico, recintos de custodia de menores. Todo ello requiere un esfuerzo y una voluntad política que hasta hoy día nosotros no hemos visto.
EL BALANCE DEL PRIMER AÑO
VG: Cumplirás tu primer año a la cabeza del Instituto en un contexto que no es el más favorable y que además es desafiante. ¿Cómo visualizas la relación con el gobierno en relación a los temas permanentes en materia de derechos humanos?
LF: El Instituto sólo tiene posibilidades de ganar, aún cuando el gobierno no quisiera y nuestra evaluación es que ha habido la posibilidad de dialogar a todo nivel, hemos dialogado con diferencias, pero entendiendo gradualmente el rol. El gobierno y en general el mundo de la derecha tiene desconfianza hacia los temas de derechos humanos, por quienes los hemos encarnado. Por el tipo de instituciones que hay, porque los asocian a lugares ideológicos hay desconfianza. El desafío nuestro es demostrar que se puede ser una institución de estado en materia de derechos humanos y en ese sentido avanzar en estos diálogos. No tengo tan claro si hubiera sido más fácil con la Concertación gobernando. Para cualquier gobierno los derechos humanos son una molestia.
El mayor logro es haber instalado esta institución con mayor independencia que la que se le dio en su nacimiento, porque estábamos dentro del Ministerio del Interior en términos presupuestarios. Inicialmente eso no era tan claro para los gobernantes y ello ha permitido generar confianzas como por ejemplo sucedió con las comunidades mapuches. En términos de resultados, la verdad es que no podría decir que veo resultados aún, en la medida en que los cambios que se requieren son bastante lentos y a largo plazo, y lo que corresponde a quienes trabajamos en DD.HH es “movilizar la vergüenza” para que eso termine en acciones concretas. Cuánto tardemos en “movilizar la vergüenza” dependerá de cada contexto, pero si se logra movilizar y hacemos que cada vez se nos escuche más, entonces cuando hable el Instituto va a tener una repercusión. Hasta ahora se nos escucha, hemos trabajo en algunas cosas con el gobierno, por ejemplo, en la ley anti discriminación donde aportamos, pero también hicimos nuestras objeciones y se van a mantener porque no se está actuando de acuerdo a los estándares de derechos humanos, eso para nosotros es un logro.
COMUNICACIONES VILLA GRIMALDI/5.7.