Después de 16 años como custodio moral del clausurado portón del ex centro de tortura, el sacerdote entregó las llaves a nuevas generaciones de chilenos. Emotivo acto, tuvo lugar el viernes 10 de diciembre con presencia de autoridades nacionales comunales e institucionales.
10 de diciembre de 2010.- En un simbólico y emotivo acto, realizado en el marco de la celebración del Día Internacional de los Derechos humanos, el destacado sacerdote y teólogo jesuita, José Aldunate, entregó a la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi las llaves del que una vez llamó “portón de la muerte” en alusión a su uso en el período de la dictadura de Pinochet cuando ingresaban por allí los prisioneros al centro de tortura. El portón de Villa Grimaldi fue clausurado hace 16 años, tras una larga lucha por la recuperación del terreno por parte de un movimiento ciudadano liderado por el sacerdote.
Tras la clausura del portón, la comunidad había pedido al jesuita (fundador del Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo) que conservara la llave del candado quedando como garante de que la puerta del horror nunca más sería abierta. Con 93 años, sintiéndose cerca de la muerte, el sacerdote pidió traspasar el compromiso, y entregó la llave a la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi que hoy administra este Sitio de Memoria.
“Entrego el encargo de mantener siempre viva la memoria en Villa Grimaldi, y mantener el Parque Por la Paz. Para mí es una enorme satisfacción que se haya recuperado este lugar. Siento que mi vida no fue en vano”, dijo el sacerdote durante la ceremonia. Con paso cansado, pero decidido, se puso de pie para hacer entrega formal de su misión, y pidió dirigirse a los presentes, instándoles a “seguir trabajando para construir un mundo de paz y concordia que sea digno para toda la humanidad”.
Fundador del Movimiento contra La Tortura Sebastián Acevedo, el padre Aldunate y sus seguidores (laicos y religiosos) denunciaron esta práctica durante la dictadura de Pinochet poniendo en riesgo sus vidas en decenas de acciones pacíficas frente a centros clandestinos de detención. Terminada la dictadura, Aldunate convocó a la ciudadanía a recuperar Villa Grimaldi dando ejemplo de compromiso y coherencia en la defensa de los derechos fundamentales.
A nombre del Directorio de la Corporación, recibió las llaves Ana Cristina Torrealba, y agradeció el gesto Flor Hernández. En referencia a los desafíos emprendidos por la institución, Hernández destacó: “Han pasado 16 años. Aquí florecieron nuevamente las rosas, y con ellas floreció el compromiso de ‘nunca más’. A través de diversos proyectos y actividades, la Corporación ha logrado convertirse en un referente nacional e internacional por su contribución a una cultura de los derechos humanos”, destacó. Y en referencia a la tarea traspasada por el sacerdote, afirmó “el padre nos pone un enorme desafío. Por nuestras convicciones y por la admiración que nos inspiran hombres y mujeres como usted- enfatizó- nos comprometemos a asumir esta tarea”.
En la ceremonia estuvieron presentes el Alcalde de Peñalolén Claudio Orrego, el Senador Camilo Escalona, el diputado Enrique Accorsi, y la madre de la ex Presidenta Michelle Bachelet, Ángela Jeria. También estuvieron en el acto los sacerdotes Pierre Dubois y Roberto Bolton, el párroco del sector, religiosos que participaron en la recuperación de Villa Grimaldi y distintos miembros de la comunidad de Peñalolén, así como ex detenidos en este recinto.
Al término de la ceremonia, el Alcalde de Peñalolén se refirió a Aldunate como un “gigante del humanismo” describiendo el traspaso de las llaves como “un símbolo muy importante, de postas, que hace el padre con nosotros. Entrega la llave del portón para que otros continúen la labor que él ha llevado adelante con tanto amor y tanta pasión”, dijo. El edil recordó su propia militancia en el Movimiento contra la Tortura Sebastián Acevedo al que se integró siguiendo un llamado del sacerdote jesuita. “Me emociona el testimonio de Pepe. Tantas veces se habla de gente que pasa a la historia por sus escritos; por sus palabras. Pero poco se dice de los que como Pepe, evangelizan con el testimonio”. Subrayó.
Melodías interpretadas por un cuarteto de cuerdas y un largo aplauso para el sacerdote homenajeado completaron la ceremonia en el Parque por la Paz.