Frente a los acelerados análisis políticos y mediáticos sobre el legado de Sebastián Piñera, creemos que este se debe sopesar a la luz de la historia sin ningún tipo de reduccionismo.
La vocación democrática del ex Presidente queda nublada por los cientos de traumas oculares, miles de heridos y denuncias por apremios ilegítimos y tortura y más de treinta muertos ocurridos durante el estallido social. Las circunstancias de estas muertes -en la mayoría de los casos- aún no se esclarecen, pero queda claro que estas violencias recrudecieron tras la declaración de guerra que efectuó el ex mandatario el 21 de octubre de 2019.
Reconocemos que algunas de sus medidas y declaraciones fueron un avance en materia de justicia transicional, como el cierre del Penal Cordillera y el reconocimiento de la existencia de los cómplices pasivos; no obstante, deberá ser la Justicia la que debe esclarecer en última instancia las responsabilidades en las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante su gobierno. Estos procesos judiciales deben seguir su curso sin obstrucción por parte de ninguna institución u autoridad.
Por último, esperamos que algunos medios de comunicación, en especial la TV. pública, no desatiendan la gran tragedia nacional que se está viviendo a causa de los incendios en la Región de Valparaíso.
Directorio
Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi
Peñalolén, febrero 7 de 2024