En el contexto del setenta aniversario de la aprobación por parte de Naciones Unidas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Comisión Chilena de Derechos Humanos (CCHDH) realizó el pasado jueves 4 de octubre un acto de amplia convocatoria donde efectuó un balance crítico de la situación que enfrenta Chile en materia de cumplimiento de la declaración universal. Al evento concurrieron en representación de la Corporación Parque por la Paz, la secretaria general de la institución, Mariana Zegers y la directora Soledad Castillo. 

El presidente de la CCHDH, el abogado Carlos Margotta, valoró la importancia histórica de la declaración universal, a pesar de lo cual el documento fue poco conocido en Chile hasta el golpe militar del 11 de septiembre de 1973. Tras este evento el país comenzó a sufrir la violación sistemática y brutal de todos y cada uno de los derechos humanos contemplados en los treinta artículos del documento. Esto provocó que “la declaración universal de los derechos humanos y su debido respeto, se alzara como la principal exigencia ética y normativa de los nacientes organismos de derechos humanos”, indicó Margotta.

Pendientes y desafíos futuros

El inicio de la transición democrática trajo aparejado el término de la aplicación desde el Estado de una política de violación sistemática de los derechos humanos, sin embargo estos y otros avances para el abogado Margotta han resultado insuficientes. “En materia de verdad aún se desconoce el paradero de mil ciento veinticuatro detenidos desaparecidos -señaló-, lo cual constituye un grave incumplimiento de la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas Contra las Desapariciones Forzadas. Respecto a la  justicia para los crímenes de lesa humanidad, se ha logrado un avance precario y muchos de estos crímenes permanecen sin sanción por la aplicación por parte de los tribunales de mecanismos como la ‘media prescripción’, prohibida por la normativa internacional de derechos humanos. A esto se suma el reciente fallo de la Corte Suprema que otorgó libertad condicional a seis condenados por crímenes contra la humanidad, vulnerando gravemente principios y normas establecidos por el sistema internacional de derechos humanos”.

“El Estado chileno sigue sin respetar el derecho de las víctimas a una legítima reparación”, afirmó el jurista. Agregando que “las que se han otorgado han sido exiguas y no se condicen con el daño causado y los estándares establecidos por los órganos competentes Naciones Unidas. Esto se ve agravado por las medidas adoptadas por el actual gobierno que retiró del trámite legislativo un proyecto de reparación presentado por el gobierno anterior”.

En cuanto a las garantías de no repetición, a las que el Estado está obligado, Margotta afirmó que el actual gobierno se niega a promover la discusión de una nueva constitución política que garantice el pleno respeto a los derechos humanos y a la soberanía popular. A esto se suman preocupantes muestras de negacionismo, como las expresiones contra el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos del fugáz ministro de las Culturas, Mauricio Rojas, y diversas expresiones de personeros de derecha como también las amenazas en contra de la diputada Carmen Hertz y la agresión en contra del sitio de memoria de Villa Grimaldi, explicó el abogado.

La sociedad chilena en su conjunto, comprometida con el nunca más, debe exigir al actual gobierno poner término a toda práctica y expresión negacionista en tanto constituyen una violación a la normativa internacional de derechos humanos y una afrenta a las víctimas que posibilita la repetición en el futuro de crímenes como los perpetrados a partir del golpe de Estado del 73. En este sentido el gobierno está obligado y así cabe exigírselo, a patrocinar la iniciativa legal que castiga el negacionismo promovido por los perpetradores y los medios de comunicación afines, expresó también el presidente de la CCHDH.

“La lucha contra la impunidad, por la verdad, la justicia, la reparación no es un tema del pasado”, enfatizó el jurista. Para el abogado la forma de resolver las deudas de nuestra historia reciente, determinarán el tipo de sociedad que heredaremos a las nuevas generaciones. Añadiendo que “esta seria amenaza debe ser enfrentada con decisión y en forma unitaria, convocamos a todos los sectores sociales y políticos a movilizarse resueltamente, tal como se movilizó el mundo de la cultura, encabezado por el escritor Raúl Zurita en contra de los dichos negacionistas de ministro Rojas”. Agregó que por ello “hacemos un llamado a no minimizar esta amenaza y a sacar las lecciones de lo acontecido en Europa, EE.UU., y ahora en Brasil, con el surgimiento de movimientos neo fascistas que bajo un falso nacionalismo promueven el militarismo y discursos xenófobos, misóginos y homofóbicos”.

Margotta culminó su intervención llamado a unificar las luchas sectoriales que se están librando en demanda del medio ambiente, el agua, las pensiones y la restitución de las riquezas básicas. Convocando a todos los sectores sociales y partidos políticos opositores a un seminario académico, espacio en el cual se debata reflexivamente y se logre una síntesis que posibilite avanzar coordinadamente hacia el imperativo ético y jurídico de contribuir al debido goce y ejercicio por parte de todos nuestros compatriotas.

La agrupación Chinchintirapie intervino durante la jornada realizada por la Comisión Chilena de Derechos Humanos.