La Corte de Apelaciones de Santiago condenó a penas de entre uno y trece años de prisión a 31 antiguos agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por la desaparición de Juan Carlos Perelman Ide, víctima de la llamada Operación Colombo, y que estuvo secuestrado en el ex Cuartel Terranova, hoy sitio de memoria Parque por la Paz Villa Grimaldi.

El fallo establece en su sentencia trece años de prisión para el general Raúl Iturriaga Neumann y para los brigadieres Pedro Espinoza Bravo y Miguel Krassnoff Martchenko, como autores del secuestro de Perelman. Los tres se encuentran actualmente en prisión, condenados a largas penas dictadas en decenas de juicios por violaciones a los derechos humanos, que en el caso de Krassnoff Martchenko superan ya los seiscientos ochenta años años de cárcel.

La Corte, además, condenó a otros veintisiete ex agentes de la DINA a diez años y un día de prisión, mientras otro, Samuel Fuenzalida Devia, fue sentenciado a 541 días de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada.

Perelman tenía 31 años, era ingeniero químico y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), cuando fue secuestrado el 20 de febrero de 1975 mientras estaba en su domicilio, según estableció el juez especial Hernán Crisosto, encargado del juicio en primera instancia. El fallo establece que el profesional fue llevado a Villa Grimaldi, donde fue sometido a continuos interrogatorios bajo diversos torturas, siempre atado y con la vista vendada, según testimonios de otros secuestrados que sobrevivieron a situaciones similares. Añade que desde que e fue sacado del recinto, no se ha vuelto a saber de él hasta hoy.

En junio del mismo año, la dictadura cívico militar puso en marcha la Operación Colombo, consistente en un montaje para encubrir la desaparición de 119 prisioneros políticos, que contó con la colaboración de organismos de seguridad de Argentina y Brasil. En esos países se publicaron ediciones únicas de los periódicos Lea y O novo dia, en las que se daba cuenta de que 119 integrantes del MIR habían muerto en disputas internas de esa agrupación, entre ellos Perelman.