Tras décadas de ocurrido el secuestro y desaparición desde Villa Grimaldi, de la dirigente nacional de la Juventud Obrera Católica y militante del MIR  María Galindo Ramírez, la Corte de Apelaciones de Santiago condenó a 5 años de cárcel a los represores Miguel Krassnoff y Pedro Espinoza. María fue secuestrada en la calle a mediados de julio del año 76 y durante su cautiverio estuvo confinada en el mismo espacio con la profesora y dirigente comunista Marta Ugarte.

El rastro de María se pierde en el ex cuartel de la DINA a finales de agosto de este mismo año. Varios testigos afirmaron haberla  visto en el recinto, señalando las brutales torturas y vejámenes  a que fue sometida. Un agente de la guardia de secuestrados, habría entablado una conversación con ella y es quien entrega la información del trato que recibió a manos de sus torturadores e identifica a quienes la habrían sacado del recinto con rumbo desconocido. Otro secuestrado, Pedro Rolando Jara Alegría, en declaración jurada afirma : «en el cuarto próximo al que nos encontrábamos con Rosa Leiva también estaban Marta Ugarte y María Galindo, personas a quienes vi al sacarnos a comer durante esos dos días, ya que debíamos usar la misma puerta. Pude también conversar con ellas durante ese tiempo, ya que el tabique que separaba nuestras piezas tenía un orificio que permitía hacerlo … había sido torturada habiendo sufrido todo tipo de abusos en su persona».

María Galindo, ex dirigente sindical de la Pesquera Boca Sur de San Pedro, operaba en la clandestinidad bajo el nombre de “Renata”, y trabajaba para  reagrupar a dirigentes y trabajadores  de base, efectuando diversas tareas de propaganda. Quienes la conocieron destacan su gran compromiso y valentía. En julio de 2016, al cumplirse 40 años de su secuestro, familiares y compañeros (as) de María instalaron en Villa Grimaldi una placa en su homenaje.