La violenta noche del 1º de agosto en el Wallmapu y lo ocurrido en particular en Curacautín marca un escalamiento en un conflicto esencialmente político, pero que el Estado chileno y el actual gobierno insisten en enfrentar militarmente. Lo ocurrido este fin de semana ha provocado múltiples reacciones de repudio a la violencia racista que se verificó en estos hechos, a los cuales se suma la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi. 

A continuación reproducimos la declaración de la Red de Sitios de Memoria, de la cual formamos parte

Declaración ante la violencia racista desatada desde el Estado de Chile contra el pueblo mapuche movilizado

Ante los hechos de violencia y racismo ocurridos la noche del 1 de agosto como Red de Sitios de Memoria repudiamos la violencia racista desatada ayer contra las comunidades mapuche en toma, por parte de Carabineros de Chile y de civiles organizados. Es urgente que se investiguen estos hechos y asociaciones entre carabineros y organizaciones de la sociedad civil de extrema derecha, tal como lo vimos y escuchamos ayer a través de videos y audios difundidos por organizaciones a través de redes sociales.

Como organización de derechos humanos solidarizamos con las compañeras, compañeros, niñas, niños y adolescentes reprimidos y detenidos ayer y respaldamos las acciones de las comunidades mapuche exigiendo la liberación de los prisioneros políticos mapuche, que hoy cumplen más de 85 días en huelga de hambre.

Reiteramos que la impunidad en la que se mantienen los crímenes de la dictadura cívico militar allanaron el camino para las violaciones a los derechos humanos ocurridas desde el estallido social del 18 de octubre, pero también señalamos que esa violencia que vimos desatada ayer y hoy es la violencia, represión y discriminación histórica ejercida contra el pueblo mapuche.

Frente a estos hechos:

Exigimos el fin de la sistemática violencia ejercida por el Estado y sus instituciones contra el pueblo mapuche, el fin de la criminalización de sus legítimas demandas y el fin del racismo institucional.

Exigimos que se investigue la participación y responsabilidad de todos los civiles involucrados en estos actos de violencia y racismo; y también una respuesta oficial desde Carabineros de Chile por no detener estos ataques.

Exigimos un pronunciamiento público desde la institucionalidad de derechos humanos, pues nos parece de suma gravedad que al igual que en otras ocasiones, tanto el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, como la Subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, han mantenido un silencio cómplice y no han condenado los hechos.

Finalmente, exigimos la renuncia del Ministro del Interior y Seguridad Pública, Víctor Pérez, responsable directo de los hechos de violencia racista ocurridos ayer. Su llamado a desalojar las municipalidades tomadas en protesta por los presxs políticxs mapuche resonó en todo lo que hemos visto: ataques racistas y fascistas contra el Pueblo Mapuche movilizado. Este actuar se condice con su férrea defensa de la dictadura cívico militar, sus vínculos con la organización criminal Colonia Dignidad, y sus dichos negando las violaciones a los derechos humanos ocurridas tras la revuelta social del 18 de octubre. En un contexto en que las mayorías del país demandan cambios profundos en nuestra sociedad se requieren representantes que tengan como mínimo ético la defensa y promoción de los derechos humanos para todas, todos y todes, algo de lo que evidentemente carece el actual ministro.

¡Por la verdad y la justicia:

Los pueblos contra el racismo!