Consejo de Monumentos Nacionales declaró monumento histórico el total del recinto de Tres y Cuatro Álamos, un ex Escolasticado de la Congregación Misioneros Oblatos de María Inmaculada, convertido tras el golpe de estado en campo de concentración.

Este 31 de enero, el Consejo de Monumentos Nacionales extendió la calidad de monumento histórico al conjunto del recinto ubicado en la comuna de San Joaquín. Desde 2012 contaba con esta protección el patio de recepción y la casona, ahora ella se extiende al conjunto del lugar, lo que incluye los pabellones de celdas y diferentes espacios que lo componen, impidiendo su transformación o demolición.

Raúl Brito, vicepresidente de la Corporación 3 y 4 Álamos, expresó la alegría de los ex prisioneros por este logro: “hemos cumplido esta etapa que nos habíamos fijado, rescatando los pabellones donde estuvieron los detenidos y detenidas. Ahora lucharemos porque este sitio sea un lugar de encuentro y de memoria como lo hemos soñado, es decir un lugar viviente que refleje la historia, para que las nuevas generaciones sepan la verdad y eviten que se repita. Para que nunca más existan sociedades del terror, la muerte y la desaparición de personas”.

La Corporación 3 y 4 Álamos se abocará ahora a conseguir que el Estado les entregue en comodato el recinto, erradicando la cárcel para menores del SENAME que funciona actualmente en el lugar.

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Paradojal historia

Si bien la Congregación Misioneros Oblatos había vendido el lugar al Estado, durante el gobierno de la Unidad Popular, resulta una paradoja que su ex seminario fuese usado como campo de concentración y recinto de tortura, por un régimen declaradamente católico.

Cuatro Álamos, su parte más interna, bajo administración de la DINA, funcionaba como lugar de aislamiento y recuperación de torturados, traídos desde centros clandestinos como Villa Grimaldi, Londres 38 o José Domingo Cañas. Por su parte, Tres Álamos, bajo administración de Carabineros, cumplia el rol de campo de concentración de prisioneros que el Estado reconocía como tales y permitía fuese visitados por sus familias.

Se estima que entre 1974 a 1977 pasaron por las celdas y barracas de Tres y Cuatro Alamos unos 6 mil presos políticos, entre militantes y dirigentes de los partidos de la izquierda y autoridades del gobierno de la Unidad Popular. Varios de estos prisioneros se cuentan como detenidos desaparecidos, entre ellos y ellas la secretaria Cecilia Bojanic embarazada de cuatro meses y el sacerdote español Antonio Llidó Mengual.

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