En una nueva conmemoración del golpe de Estado del  11 de septiembre de 1973, la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, junto a organizaciones de La Reina y Peñalolén, como la Agrupación Cultural Violeta Parra, y la Agrupación Memorial Aeródromo Tobalaba, emitieron una declaración conjunta donde expresan que a más de veinte años  de la entrega al país del Informe de la Comisión Verdad y Reconciliación (más conocido con Informe Rettig) “constatamos que en el Chile de la post dictadura, se siguen violando los derechos humanos”.

En la declaración se indica que “se continúa ejerciendo violencia civil y política hacia la población, en particular hacia las mujeres rurales e indígenas. A la vez, se constata violencia policial en niños/as, adolescentes, indígenas y manifestantes, practicándose diferentes métodos de tortura y abusos, y criminalización de los jóvenes, como lo ocurrido durante semanas en un colegio emblemático, el Instituto Nacional”. 

Añaden que “en este Chile de la post dictadura, se continúa viviendo situaciones de impunidad para los responsables de los crímenes de nuestra historia reciente, y de los que se siguen cometiendo en la actualidad. Nombres como Camilo Catrillanca, Manuel Gutiérrez, José Huenante, Matías Catrileo y varios otros aún esperan justicia”.  

Frente a ello, expresan, “deseamos manifestar nuestra profunda preocupación y rechazo a raíz de la nueva situación de impunidad frente a la violencia policial, como lo ocurrido hace pocos días con la resolución judicial de dejar sólo con arresto domiciliario y arraigo nacional al mayor en retiro de Carabineros, Francisco Arzola, conocido como ‘El nazi’ de Estación Central, responsable de diversos actos de tortura y presumiblemente implicado en la muerte de José Huenante,  y quien ya había sido dado de baja por la institución previamente”. 

Concluye la declaración expresando que “al abuso sistemático ejercido por las fuerzas policiales y a la mantención de la impunidad se agregan una serie de hechos como los de las ¨zonas de sacrificio” socio ambiental, la que continúan viviendo las y los niños del Sename, entre muchos otros casos, que llevan a cuestionar el estado de derecho existente en este Chile de la post dictadura, y a exigir, fuerte y claro, y de una vez por todas ¡nunca más!”.