En una entrevista a la agencia Reuters, la familia de Gustavo Gatica Villarroel, expresó su deseo de que las manifestaciones en Chile no cesen y exigen justicia en los casos de violaciones a los derechos humanos que han sido denunciados desde el inicio en octubre del estallido político y social.

En la nota informativa, su hermano Enrique Gatica, quien trabajó hasta enero de este año en la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, antes de iniciar un doctorado en historia, señaló que el mensaje de Gustavo «siempre ha sido esta idea de que ojalá la gente siga movilizándose, siga luchando, porque lo más doloroso que nos podría pasar sería volver a lo anterior; que no haya pasado nada, que todos estos esfuerzos, que todos los sacrificios queden en nada».
Según explica Enrique, en el momento de los disparos contra su hermano, había «al parecer barricadas, pero no era una situación particularmente violenta. Mi hermano no estaba en lo que se llama la primera línea, estaba más atrás (…) Lo que sabemos de los registros es que no había una situación particularmente violenta que llevara a que los uniformados usaran ese tipo de armamento».
Sobre la causa legal, Enrique añade que «es difícil confiar en la justicia porque sabemos cuántos casos hay que nos hacen dudar de ella (…) hay muchos elementos, muchos aspectos que nos hacen dudar de ella. Sabemos que también hay justicia para unos y para otros. Yo no tengo mucha fe en la justicia en general».
Sobre la continuidad de las movilizaciones, Enrique señala que «la represión apunta justamente a generar terror, generar miedo para inmovilizarnos». «Si nosotros dejáramos de estar en la calle para reivindicar lo que es justo, sería un triunfo para quienes quieren imponer el miedo», concluye el ex integrante del área Educación de nuestro sitio de memoria.