“Bajo el impacto, el asombro renovado, cuando se cree que ya se sabe, todavía queda algo escondido, algo que se revela” escribió Beatriz Sarlo en el libro de visitas, luego de recorrer durante poco más de dos horas y en una fría mañana el Parque por la Paz Villa Grimaldi.

La ensayista e investigadora argentina autora de El imperio de los sentimientos, La batalla de las ideas 1943-1973; Tiempo presente; La ciudad vista. Mercancías y cultura urbana. y La audacia y el cálculo: Beatriz Sarlo, entre muchas otras obras, se dio el tiempo antes de retornar a Buenos Aires para visitar el sitio de memoria Villa Grimaldi, que hasta ese momento sólo conocía de nombre. Vino a Chile invitada por la Universidad Diego Portales a dictar su conferencia “La persuasión de las imágenes. Estéticas sociales y políticas”, en el marco de la segunda Cátedra Norbert Lechner 2012.

Contrastando su menudo porte con la agudeza de sus juicios, y sin temor a encender polémicas o quizás con la libertad de saberse reconocida no sólo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y toda América Latina, sino además en universidades y centros intelectuales de Norteamérica y también de Europa. Recorrió Villa Grimaldi en una visita guiada por Lelia Pérez sobreviviente e integrante del directorio, Margarita Romero, presidenta de la Corporación; Paulina Gómez administradora y la profesional del área Educación Karen Cea. Sarlo recorrió Villa Grimaldi con la mirada de una especialista, realizó preguntas y escucho con atención las explicaciones. Se mostró interesada en conocer los libros con temáticas de derechos humanos destinados a pre-adolescentes y conoció las nuevas bodegas de vestigios, luego de haber estado en La Torre y la Sala de la Memoria entre otros hitos de este espacio de memoria.

A la hora del café, Beatriz Sarlo respondió preguntas y comentó sus impresiones con el colectivo de Villa Grimaldi que la acompaño, les compartimos momentos significativos de ese dialogo.

LAS DICTADURAS Y SUS PARTICULARIDADES

¿Qué comparación harías sobre los procesos de verdad y memoria de los países del cono sur disimiles y a la vez con cooperaciones tan estrechas en lo que a terrorismo de estado se refiere?

“Mi hipótesis es que la dictadura argentina aprendió de la chilena y por tanto esos tres años de diferencia fueron de aprendizajes para nuestros golpistas. El Estadio Nacional lleno de prisioneros fue una señal de esa dictadura de nuevo tipo, esta era una represión distinta y la dictadura argentina vio que no era bueno para sus relaciones internacionales y comerciales… sobre todo repetir esas situaciones, esta es una hipótesis histórico-política mía. Lo segundo, es que los grupos militares que dieron el golpe de estado feudalizaron los dispositivos represivos, por tanto las condiciones fueron diferentes en Argentina y en Chile. En tercer lugar está la forma en que las dictaduras se fueron. Pinochet programo su salida. La Constitución, el seguir como senador etc. La dictadura argentina salió huyendo, creo su propia fosa luego de la aventura militar de las Malvinas…Todo eso implica diferencias sustantivas…la tortura y las muertes pudieron parecerse, pero en situaciones políticas diferentes.

Hay que decir que no tenemos información sobre la interna de la dictadura. No tenemos ninguna duda sobre su culpabilidad. Tenemos información…pero también hay que reconocer que nos falta información con que establecer cualquier hipótesis certera.

Videla se piensa como un elegido, es mesiánico, se siente él el elegido, el hombre de Dios. Se agranda a si mismo… Su subjetividad es opaca. Ellos creían que estaban salvando a la Argentina, tenían un discurso mesiánico, eran los salvadores de la patria…hay una relación de creencia con su ideología…

EL ROL DEL TESTIGO

¿Qué importancia atribuyes al testimonio, a la experiencia vivida?

“El primer saber lo da el testigo…a lo mejor luego debe ser relacionado con el saber histórico. El testigo tiene anclado en su cuerpo, en su experiencia ese saber y de allí es posible recopilar mucho otro saber… Hay documentos notables como por ejemplo: la película Shoa, donde en 1978 están los testigos en perfecto uso de sus recuerdos. Allí, lo fundamental es el discurso del testigo, se prescinde de las imágenes de los campos y se confía del todo en lo que el testigo está diciendo.

En el caso de los juicios a la Junta en Argentina, los testimonios se empiezan a hacer de nuevo el 2000, toda esa gente testimonia cuando tiene entre 45 y 50 años, con todos sus recuerdos articulados, el tiempo es huidizo, uno puede confiar que ha quedado bastante información. Pero nunca se sabe todo sobre nada…en la campaña del Ejército Libertador ¿qué podíamos saber del último de los soldados? Es una utopía pensar que se tiene toda la información, pero lo importante es tener al menos todo lo que permita pensar la cuestión, imaginar que uno tiene el ojo de Dios es falso”.

VILLA GRIMALDI

¿Tus impresiones sobre tu visita a este museo de sitio?

“Creo estoy ante el impacto de la novedad, uno cree saberlo, luego de reunir en los últimos 30 años diversos conocimientos…nada de lo aquí visto pertenece a métodos que desconozca, pero se renueva el estremecimiento de la experiencia directa del otro y de la otra. Ello trasciende toda perspectiva intelectual, no es yo sé o no se…hay algo más de lo que se sabe, en lo que los alemanes llamaron la etnografía del terror. Hay como un reencontrarse con materiales inertes de esa experiencia, productos insignificantes quizás. Unos mosaiquitos pequeños…que puede hacerse con ese material…que nos está diciendo respecto de una cultura muda como sería la de un pueblo originario…aquí en este recorrido desde una pared o una baldosa se arma el sitio de la experiencia…y siempre es sorprendente”.

COMUNICACIONES VILLA GRIMALDI 22/5.12