Actualmente me encuentro lejos, por lo que no puedo estar presente para el acto, pero me quisiera hacer presente a través de esta carta.

Nuevamente nos reunimos acá para conmemorar a 36 años de la detención y desaparición de nuestros familiares y compañeros. Ha sido un largo periodo en el cual hemos exigido verdad y justicia y saber donde están.


Luís Muñoz Velásquez de 26 años, nació en la “Casa de Socorros” de Puente Alto. Sus padres fueron Federico y María y tuvo 12 hermanos y hermanas. De profesión Contador Auditor, fue un entusiasta jugador del deportivo “Mataquitos”.

Desde joven se interesó por el socialismo. Fue presidente del Centro de Alumnos del Liceo Consolidada de Puente Alto en 1968. Después postuló por el PS a Regidor de San Bernardo (1971). Durante el gobierno del compañero Salvador Allende, se destacó por su participación en trabajos voluntarios, movimientos estudiantiles y de respaldo a la lucha campesina.

Luis fue ex Secretario Seccional del PS de San Bernardo (1972). Dirigente clandestino del PS sector “Comisión de Consenso”. En esta calidad fue detenido el 12 de septiembre de 1973 en la comuna de Buin y arrojado con vida desde un camión militar en el Puente Maipo de San Bernardo

El 15 de Octubre de 1975 fue detenido con su hermano Egon y su hermana la cual se encontraba embarazada y quien es mi madre Edith, por el “Comando Conjunto”, la que también sobrevivió a este hecho.

El 3 de abril de 1976, en el marco de la “Operación Cóndor”, la DINA con una camioneta llamada “dama blanca” y la policía federal de Mendoza, Argentina, secuestraron a tres Jóvenes socialistas en Avenida Belgrano, según los testigos José Cerda y Alex Muñoz.

Se trataba de Luís Muñoz Velásquez, quien fue detenido junto a sus compañeros: Juan Hernández Zaspe y Manuel Tamayo Martínez, Los tres trabajaban en la reorganización clandestina del socialismo chileno.

Los secuestradores, los llevaron al regimiento Maipo de Mendoza y en la noche los trasladaron por el paso fronterizo “Los Libertadores” en una camioneta con toldo. Ahí los entregaron al campo de torturas “Cuatro Álamos” y en la mañana los trasladaron al centro de torturas y exterminio “Villa Grimaldi” ubicado en Peñalolén. Varios ex prisioneros fueron testigo de la estadía de los tres en Cuatro Álamos y en Villa Grimaldi. Un prisionero de “Villa Grimaldi”, el dirigente del MAPU Juan Feres, estuvo en la misma cajonera y separado por tabiques de madera con Luis Muñoz.

Juan Feres al salir en libertad le informó al presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, don Jaime Castillo Velasco, sobre los secuestrados de Mendoza; don Jaime le informó a mi tía y hermana de Luis, para presentar los respectivos Recursos de Amparo. Según confesiones y declaraciones judiciales, los habrían llevado posteriormente al “cuartel de extermino Simón Bolívar”; de ahí, a la Quinta Región sector “Los Molles”, para arrojarlos al mar en helicópteros.

Durante todo ese tiempo mis abuelos y padres han buscado a mi Tío.

En 1978, su padre Federico Muñoz, mi abuelo viajo desde Canadá junto al Premier de la Provincia de Manitoba, Howard Pawley. Se entrevistaron con organizaciones de derechos humanos y con la ministra de Justicia de la dictadura Mónica Madariaga. Pero no hubo ninguna información de su paradero.

Mi abuela Maria, una mujer fuerte, nunca dejo de buscar a su hijo y siempre tuvo la esperanza de encontrarlo. Una esperanza que con los años se volvió en pena que la acompañó hasta su fallecimiento.

Mi madre Edith Muñoz interpuso recursos de Amparo, participó en huelgas de hambre, hizo denuncias a la Cruz Roja Internacional, a las Naciones Unidas, y a la Vicaria de la Solidaridad y también presentar querellas judiciales contra Pinochet, Contreras y otros autores de los secuestros, de Luis, Juan y Manuel.

Desde muy chica supe del Tío Lucho, un gran luchador social, un visionario y un humanitario. Un Socialista completo. Como me habría gustado hablar con él sobre sus ideas, sueños y convicciones. Siempre está presente en conversaciones y anécdotas la historia del tío Lucho, Mi madre lo recordaba con mucha emoción, porque no era solo su hermanito sino también su gran amigo y compañero de partido.

Edith, mi madre, siempre me dijo “si me pasa algo saben que debes seguir con la lucha, por la verdad y la justicia, esa lucha que yo, tu padre y los míos siguieron y han seguido por más de 36 anos y seguiremos hasta siempre.

Mi tío Luis, Juan y Manuel creían y estaban comprometidos con el ideario socialista. Eran hombres de principios y dedicaron su vida a la lucha por la transformación social. Por eso fueron asesinados, perseguidos hasta en el extranjero y dieron, y ofrendaron sus vidas, por la libertad y el socialismo. Son herederos del Presidente Allende. Por ellos, en los 36 años de su detención y secuestro, nuestro merecido homenaje. Por la verdad y por la justicia, por saber donde están, siempre presente Luis Manuel y Juan, ni olvido, ni perdón. Muchas gracias.

Carolina Klapp Muñoz,
(Sobrina de Luis Muñoz Velásquez)