El pasado 8 de noviembre se realizó en el sitio de memoria Parque por la Paz Villa Grimaldi la presentación del libro de Osvaldo Salas Acevedo, El mimeógrafo, editado por MAGO Editores, una novela ambientada en los años 1970 y 1973 que describe la atmósfera de diferentes escenarios y personajes del mundo de los estudiantes de la enseñanza secundaria.

El libro según la editorial “nos transporta a un pasado políticamente agitado interesante de recrear”. Y añaden que El mimeógrafo “nos traslada a una época llena de convulsiones que caracterizó la sociedad chilena”.

La novela fue comentada por Ricardo Rivera, periodista de la Universidad de Santiago, e investigador del observatorio de medios de la misma casa de estudios, quien indicó que “el libro es un punto de encuentro con distintas generaciones, y es también un testimonio muy válido, en el sentido de lo humano, de que en el fondo este proceso, como cualquier proceso histórico, tiene dimensiones humanas”. Indicó que, por ejemplo, “a lo largo de todo el libro, no sólo me voy encontrando con un militante, o con un dirigente estudiantil de un liceo, sino como un ser humano que estaba lleno de búsquedas e interrogantes”.

Añade que el libro también permite entender cómo muchos jóvenes de esos años, al igual que los de ahora, aunque quizás con una fuerza distintas, “quieren vivir en un país distinto, en un país que durante toda su historia ha sido injusto”. Indicó también, que en las distintas historias uno se va a encontrando, se va viendo reflejado, y siente que libro permite que todos puedan evocar distintos momentos particulares de sus historias y de sus pequeños o grandes actos.

En su presentación Rivera también se refirió al hecho de estar en Villa Grimaldi, destacado el trabajo que se realiza en el sitio de memoria, que “permite darle otra configuración a un espacio que tiene una carga importante y que creo que dota no sólo de memoria, sino de poder proyectar una nueva sociedad en la cual no solamente haya memoria, sino la capacidad de sanar. Este espacio sirve para eso”.

A continuación intervino, Ignacio Vidaurrázaga, periodista de la Universidad de Arte y Ciencias Sociales (ARCIS), y magíster en literatura de la Universidad de Chile, quien señaló que “El mimeógrafo es una muy buena metáfora de esos años de militancias tras y por ideas. Además, que esa era la tecnología posible y apropiada para reproducirlas. En el Uruguay de hoy, en el Museo de la Memoria de Montevideo un mimeógrafo sirve para reflejar la clandestinidad y sus artefactos más simbólicos”.

Añadió que leer El Mimeógrafo “es asomarse a conocer o recordar esos años donde todo era posible y teníamos la claridad que hoy, en la liquidez de estos tiempos parece faltarnos. Shalaco -Osvaldo Salas- y sus compañeros del Liceo 8 tenían una ganada fama de aguerridos, para enfrentar a piedrazos o con lo que fuera a los fascistas de Patria y Libertad y sus arañas”.

Indica Vidaurrázaga que “Osvaldo Salas, ha esperado para publicar El mimeógrafo más de cuarenta años a sabiendas que las palabras sanan y sobre todo son capaces de saltar épocas y edades”. (Revisar texto completo de Ignacio Vidaurrázaga).

En la presentación intervino Enérico García, miembro del directorio de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, quien manifestó que en el último ha aumentado esta idea de “escribir y dejar constancia  de lo que fue este paso, esta historia bella para los y las que la hicimos, la compartimos, la vivimos, y que nos llena de orgullo”. En su intervención manifestó que “nos parece muy importante que estas actividades se hagan en Villa Grimaldi, un sitio de memoria recuperado justamente para hacer presente estas historias y estas memorias”.

Cerró la jornada el autor agradeciendo la asistencia, explicando el origen del libro que buscó poder contarles a sus hijas, nacidas en Suecia, su historia, sus experiencias durante el gobierno de la Unidad Popular, entre el 4 de septiembre de 1970 y el 11 de septiembre de 1973.