La Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños (RESLAC) manifiestó su profunda preocupación por la gravísima situación de violencia e indefensión que está sufriendo el pueblo chileno, vulnerado en sus más básicos derechos. De igual forma, la red exige el inmediato fin del Estado de Emergencia y el repliegue de las fuerzas armadas de las calles.

En su declaración expresan que «frente a las masivas manifestaciones de descontento sucedidas a fin de la semana pasada, el gobierno chileno optó por decretar un Estado de Emergencia y posteriormente un toque de queda, para reprimir fuertemente las manifestaciones públicas de descontento y militarizar las ciudades, en una escalada que ya provocó al menos 15 muertos, numerosos heridos y cientos de detenidos en todo el país».

Añaden que «este estado de excepción es absolutamente inaceptable desde una perspectiva de derechos y ha demostrado ser profundamente ineficaz y contraproducente para aplacar la situación de legítima protesta. En este escenario, es necesario hacer un llamamiento a la paz en lugar de a la guerra, como ha hecho el presidente Piñera, intentando, con la complicidad de la prensa, concentrar el foco en los saqueos e incendios de manera de justificar la represión hacia manifestantes desarmados».

Indican que «desde la RESLAC, asumimos que la situación de violencia es de carácter político y no delincuencial, por lo tanto su solución reside en el diálogo y en la construcción de políticas de igualdad, no en el despliegue militar o policial».

Señalan que «hacemos nuestras las palabras del comunicado del sitio de memoria chileno de Villa Grimaldi, integrante de nuestra Red, quien afirma que: “Lo que empezó como una manifestación de estudiantes secundarios gatillada por una nueva alza en el costo del pasaje del tren metropolitano, derivó en una inédita protesta ciudadana que devela la profundidad del descontento de la ciudadanía; no sólo frente al costo del transporte público, sino frente a un conjunto de problemas derivados del modelo socioeconómico neoliberal legado por la dictadura y perpetuado por los gobiernos posteriores. El descontento es masivo, y esto se refleja también en los caceroleos pacíficos de muchas ciudadanas y ciudadanos. Descontento que se ha incrementado por el mal manejo de un gobierno que ha pretendido presentar estas manifestaciones como una acción meramente vandálica y delincuencial”.

Concluyen expresando que «en este marco, la decisión presidencial de invocar la Ley de Seguridad Interior del Estado, sólo ha agravado la situación de descontento y la crisis política en los últimos días.  Las imágenes que llegan desde Santiago y otras ciudades muestran niveles de violencia inéditos desde la dictadura, que repudiamos enérgicamente. Reivindicamos la lucha pacífica del pueblo chileno en las calles y la resistencia activa al toque de queda impuesto por el gobierno, como una forma activa de ejercicio de la memoria».