La Red de Sitios de Memoria Latinoamericanos y Caribeños (RESLAC), a la que pertenece Parque por la Paz Villa Grimaldi, expresó su rechazo y calificó como peligrosa la medida del gobierno argentino, encabezado por Mauricio Macri, tendiente a involucrar a los militares en tareas de seguridad interior.

El gobierno trasandino emitió un decreto que -según la RESLAC-, “contraría el principio ordenador del sistema legal argentino, caracterizado por la delimitación entre tareas de seguridad interna y de defensa nacional, y la prohibición de la intervención de las Fuerzas Armadas en asuntos internos”.

En la declaración indican que organismos de derechos humanos argentinos están manifestando su rechazo y preocupación en torno a la intervención militar en materias de seguridad, que el gobierno justifica en la necesidad de dar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad en el combate a las denominadas ‘nuevas amenazas’. En ellas se incluye al terrorismo, al narcotráfico, pero también el conflicto indígena o la litigiosidad asociada a la disputa por los recursos naturales y el territorio.

Añaden que mayor preocupación provocaron las palabras del presidente Macri en el anuncio de la medida, al manifestar que la sociedad argentina tiene una deuda con las Fuerzas Armadas y que éstas no debieran seguir siendo castigadas por “un drama que quedó en el pasado”. Para la RESLAC la única deuda es la que contrajeron “las  Fuerzas Armadas y el Estado durante años fue con la sociedad argentina y con las víctimas, y continúa vigente ya que, aun cuando el proceso de memoria, verdad y justicia se encuentra consolidado, los responsables de las violaciones cometidas, no han dicho todavía dónde están los cuerpos desaparecidos y los niños y niñas apropiados”.

La red de sitios culmina su declaración haciendo notar que la medida del gobierno argentino reproduce políticas de probada ineficacia en la región. Indican que “la historia de América Latina y el Caribe ha demostrado una y otra vez que la inclusión de las fuerzas armadas en tareas de seguridad interna ha dado lugar, en el pasado reciente, al desarrollo de dictaduras y graves violaciones a los derechos humanos; y en el presente, a crecientes denuncias por torturas, asesinatos y desapariciones”.

En el texto recuerdan lo vivido en el caso de México, en Colombia, en el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, y más recientemente en Brasil, “donde las intervenciones militares, lejos de reducir los niveles de violencia, la incrementaron a niveles alarmantes, y han generado un proceso creciente de desprofesionalización y corrupción de los cuadros militares, y una mayor injerencia de las Fuerzas Armadas en la vida institucional”.