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Condenados 54 agentes de la DINA. Apareció en el listado de 119 chilenos víctimas de la Operación Colombo. Fue sacado desde Villa Grimaldi el 27 o 28 de febrero de 1975 junto a otros detenidos desaparecidos, según el testimonio de los sobrevivientes, entre los cuales se encontraba su pareja Gladys Díaz.

Por Carlos Antonio Vergara

El ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Hernán Crisosto, condenó a los autores de la desaparición de Juan Carlos Perelman Ide, perpetrado a partir del 20 de febrero de 1975, cuyo nombre apareció en la lista de personas de la llamada Operación Colombo, con que la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), pretendió encubrir las desapariciones de 119 chilenos y chilenas.

Perelman, de 31 años, era Ingeniero Químico, economista y hasta 1973 se desempeñó en el Departamento de Inversiones de la Corporación de Fomento (Corfo). No tenía un perfil público, no era conocido, aunque había participado en la formación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

El magistrado condenó a penas de 13 años de presidio, en calidad de coautores del delito de secuestro calificado, a los ex agentes de la DINA Pedro Espinoza Bravo, Miguel Krassnoff Martchenko y Raúl Iturriaga Neumann.

En tanto, condenó a penas de 10 años de presidio, también en calidad de coautores, a otros 32 agentes y a 4 años, en calidad de cómplices a otros 19 perpetradores de crímenes contra la humanidad.

La investigación acreditó que “en horas de la mañana del 20 de febrero de 1975, Juan Carlos Perelman Ide, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido en un departamento ubicado en Avenida Francisco Bilbao N°2911, comuna de Providencia, por agentes de Estado pertenecientes a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), quienes lo trasladaron al recinto de reclusión clandestino denominado Cuartel Terranova o Villa Grimaldi”

Perelman Ide permaneció en Villa Grimaldi sin contacto con el exterior, vendado y amarrado, siendo continuamente sometido a interrogatorios bajo tortura por los agentes de la DINA que operaban en dicho cuartel, lo que realizaban con el propósito de obtener información relativa a integrantes del MIR, para proceder a la detención de otros miembros de esa organización. Fue visto por última vez por otros detenidos un día no determinado de febrero de 1975, sin que exista ningún antecedente que permita establecer un destino final hasta la fecha”, agrega la resolución.

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Posteriormente, el nombre de Juan Carlos Perelman apareció en un listado de 119 personas, publicado –sin que existiera la corroboración correspondiente–, en la prensa nacional, luego que figurara en una lista publicada en la revista «O’DIA» de Brasil, de fecha 25 de junio de 1975, que posteriormente se pudo determinar que sólo tuvo circulación en esa fecha, dándose cuenta en ella que Juan Carlos Perelman Ide había muerto en Argentina, junto a otras 58 personas pertenecientes al MIR, a causa de rencillas internas suscitadas entre los miembros de esa organización política chilena”, precisa el texto judicial.

De los antecedentes señala el ministro Crisosto, “se desprende inequívocamente que las publicaciones que dieron por muerto al nombrado Perelman Ide, víctima de un homicidio perpetrado por personas afines a su ideología política, tuvieron su origen en maniobras de desinformación planificadas por la DINA y llevadas a cabo por agentes de la misma organización, en el exterior”.

El padre de Juan Carlos Perelman, Simón Perelman Rott, declaró a la justicia que comenzó a buscar a su hijo en varios lugares pensando que algo le había ocurrido al no volver a casa. El día 9 de mayo supo por familiares de la periodista Gladys Díaz, que ella había aparecido en libre plática en el centro de detención de Tres Álamos, le dijeron que ella quería hablar con él, concurrió al lugar y ella le dijo que había sido detenida con su hijo, que los habían llevado Villa Grimaldi, después de los cuales a ella la llevaron a Tres Álamos y perdió contacto con su hijo.

Torturas físicas y psicológicas a Perelman y Gladys Díaz

Por su parte, Gladys Díaz sostuvo que el 1° de diciembre de 1974 comenzó a vivir con su pareja Juan Carlos Perelman y el día 20 de febrero de 1975, encontrándose en un departamento que les habían facilitado, alrededor de las 10:30 tocaron el timbre, sujetos de civil portando metralletas. Les pidieron su cédulas y ahí se enteraron que ella era Gladys Díaz, quien era intensamente buscada.

En ese momento –continúa el texto judicial, hicieron subir a un detenido que andaban trayendo a quien reconoció como Santiago Videla Moya, quien le informó que iban a buscar a Jaime Reyes. Se los llevaron detenidos, Juan Carlos iba a su lado y los llevaron a un cuartel de la DINA que posteriormente supo se llamaba Villa Grimaldi, lugar donde fueron torturados juntos durante varios días, a ella la hicieron presenciar la tortura a él, y a él la de ella”.

Al departamento habían llegado a vivir hacía sólo 15 días. Gladys Díaz había decidido cambiar de domicilio por motivos de seguridad.

Lautaro Videla, afirmó que el 10 de febrero de 1975 fue detenido por la DINA y llevado a Villa Grimaldi donde fue interrogado y torturado. En el ex Cuartel Terranova siguió viendo a Juan Carlos Perelman por alrededor de una semana, luego no lo vio más.

Ahí estuvieron hasta el 28 de Febrero, fecha en que sacaron a Juan Carlos junto a un grupo de compañeros que hoy también están desaparecidos; algunas de las personas que recuerda son Carmen Díaz, Iván Menti, Allan Bruce, Jaime Vílches, Hugo Daniel Rios y otras personas cuyos nombre no recuerda. Ahí estuvo 80 días incomunicada y después la trasladaron hasta Tres Álamos, donde supo que Juan Carlos estaba desaparecido”, relató Díaz, quien reconoció como aprehensores de Perelman al sargento de carabineros Tulio Pereira y Basclay Zapata Reyes, alias El Troglo.

Lo tenían encadenado

Otro testigo, Oscar Angulo Matamala fue detenido por la DINA el 5 de febrero de 1975. “En Villa Grimaldi vio a Juan Carlos Perelman militante del MIR y compañero de Gladys Díaz, no logró conversar con él, sabe que fue brutalmente torturado, era una presa importante para ellos. Entre los encargados de sus apremios estaban Marcelo Moren Brito, Miguel Krassnoff Martchenko. A Gladys Díaz, Moren Brito le metía la cabeza en un tambor con agua hasta que ella no podía más, lo que hacían ver a Juan Carlos Perelman, luego le tocaba a él mirando a Gladys. Consigna el fallo judicial.

Perelman formaba parte de un grupo que fue trasladado de Villa Grimaldi el 27 o 28 de febrero de 1975, sacaron 10 a 12 personas y no se les vio más.

El testigo Ricardo Frodden Armstrong aseveró que conoció a Juan Carlos Perelman y que “el día 23 de enero de 1975 en una casa que arrendaba su compañera en calle Fernandez Albano fue detenido por la DINA y trasladado a Villa Grimaldi, junto a Helena Zarour y su pequeña hija de un año”.

Froddenn permaneció en Villa Grimaldi cuatro meses con dos interrupciones, donde fue llevado a Cuatro Álamos, lugar de tránsito en que llevaban a los detenidos para reponerse de las torturas antes de pasarlos a libre plática, pero seguían en manos de la DINA, quien podía volver a buscarlos para interrogarlos nuevamente.

Frodenn indicó que supo de la detención de Perelman por un Teniente Marcos, que era capitán o mayor Godoy. “En una oportunidad el Teniente Marco lo llevó a un baño y pudo divisar a Juan Carlos, estaba encadenado y lo había llevado el Sargento Tulio Pereira, ante la presencia del Coronel Marcelo Moren Brito, para confirmar su declaración”.

Se los llevan a Puerto Montt, le dijeron a Amelia Negrón

Unos diez días después el encargado de la guardia sacó a todos los detenidos que estaban en las celdas a comer juntos. En esa oportunidad se sentó al lado de Juan Carlos y pudo conversar con él.

Amelia Negrón Larre, fue detenida el 10 de febrero de 1975 por Osvaldo Romo Mena, Basclay Zapata, Teresa Osorio Navarro, alias la chica “Tere” y la llevaron a Villa Grimaldi. Allí, el 20 de febrero de 1974 escuchó a los guardias que decían que habían detenido a Juan Carlos Perelman junto con Gladys Díaz. Posteriormente le sacaron la venda de los ojos y pudo ver a Perelman cuando iba al baño. El 28 de febrero, había un grupo de detenidos en el patio, entre ellos la víctima. Le preguntó a un guardia que pasaba y le respondió que se los llevaban a Puerto Montt, desde esa fecha no volvió a ver nunca más de ninguno de ellos y se supo después que la palabra Puerto Montt significaba en la clave de la DINA que eran hechos desaparecer por tierra.

Rosa Lizama Leiva sostuvo que en 1975 fue detenida por la DINA y la trasladaron a Villa Grimaldi y a La Torre, luego a las celdas llamadas Casas Chile, por orden de Manuel Contreras, debido a que estaba embarazada. Allí conoció a Gladys Díaz, quien le comentó de la detención de Perelman. Días después sacaron a los hombres para darles de comer y a ellas la dejaron dentro de la pieza. En ese momento ingresó Juan Carlos Perelman y conversó unos segundos con Gladys preguntándole como estaba, por eso está segura que Perelman estaba en Villa Grimaldi, no volvió a verlo desde ese ese día.

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Miguel Krassnoff interesado en los dineros del MIR

Luis Costa del Pozo detenido el 21 de febrero de 1975 permaneció hasta el 24 de febrero en Villa Grimaldi. Durante su estadía declaró haber sido torturado brutalmente. Escuchó sobre la llegada de Juan Carlos Perelman y Gladys Díaz a quienes conocía. Sintió los momentos en que Perelman fue torturado ya que se escuchaba en el piso inferior que él ocupaba.

Hugo Salinas Farfán fue detenido el 3 de enero de 1975, siendo llevado a Villa Grimaldi donde permaneció hasta el 2 de mayo del mismo año siendo interrogado y torturado. En una oportunidad lo obligaron a repartir comida, para lo cual se levantó la venda y vio a varias personas entre esas a Perelman, lo vio también cuando en una oportunidad le correspondió hacer aseo. Desde mediados de Febrero de 1975 no lo volvió a ver.

Otra sobreviviente, Helen Zarour Atanacio, conoció a Juan Carlos Perelman, quien fue compañero de curso de su hermano. Estuvo prisionera en Villa Grimaldi entre el 23 de enero y 8 de marzo de 1975, lo vio en dos oportunidades, con una diferencia de cuatro días, entre el 20 y 24 de febrero.

El ex agente Samuel Fuenzalida Devia, sostuvo que en Villa Grimaldi “los detenidos eran sometidos intensos interrogatorios durante los cuales se les aplicaba torturas tales como quemarlos con cigarros, tirarlos a un pozo con agua, sacarle los dientes, aplicarles corriente eléctrica. Estas torturas fueron realizadas por (Miguel) Krassnoff, (Marcelo) Moren Brito y (Ricardo) Lawrence”.

Por su parte, el ex integrante de la DINA Juan Urbina Cáceres aseguró que a Miguel Krassnoff “no se le podía pedir mesura, estaba más interesado en los dineros del MIR, obteniendo muchos dólares de ellos, Krassnoff se construyó un tremendo palacio en el barrio alto con esos dineros”.

El funcionamiento de Villa Grimaldi relatado por un agente

La historia de Villa Grimaldi comenzó a construirse con el testimonio de los sobrevivientes, especialmente por el pacto de silencio que se estableció entre ellos para impedir que la mano de la justicia los alcanzara.

En el fallo sobre la desaparición de Juan Carlos Perelman, el juez Crisosto incorporó el testimonio del ex agente Leonidas Emiliano Méndez Moreno, quien relata que en la Escuela de Suboficiales de Carabineros, se le comunicó que debía entregar todo el equipo para integrar una nueva unidad en octubre o noviembre de 1973. Señala que “los reunieron en la Escuela y fueron embarcados en unos buses, a la Escuela de Ingenieros del Regimiento de Tejas Verdes y de ahí a un camping ubicado en Rocas de Santo Domingo, Playa Negra”. Esta fue la escuela de la DINA.

La charla de bienvenida la realizó Marcelo Moren Brito junto a Manuel Contreras. “En el marco del curso los trasladaron a Peldehue ubicado en Colina, a la Escuela de Comando de Paracaidistas, donde les dieron clases de combate de localidades, que es la forma de actuar ante la presencia de enemigos que están dentro de una casa o recinto, se les indicaba cómo atacar, cómo ingresar a la casa, cómo efectuar allanamientos y detenciones, se les explicó cómo reducir a los sujetos, esposarlos y amarrarlos y trasladarlos en los vehículos de transportes”, explicó.

Terminado el curso antes de Navidad del año 1973, su grupo fue enviado al centro de tortura y exterminio de Londres 38. Posteriormente fue trasladado a Villa Grimaldi en julio o agosto del año 1974.

Allí constató que “mientras estaba a cargo de la guardia de detenidos, que había una unidad de interrogadores compuesta de tres grupos y en cada uno de ellos había funcionarios de Carabineros e Investigaciones”.

El mismo grupo de Londres N°38 también se encontró en Villa Grimaldi “es el caso de (Miguel ) Krassnoff y (Ricardo) Lawrence, ya que ellos ya tenían su oficina instalada”, precisó.

La guardia del cuartel quedó integrada fundamentalmente por soldados conscriptos que estaba a cargo de unos cabos o sargentos y esta guardia dependía del suboficial mayor Barra al igual que la guardia de detenidos en que quedó”, agregó Méndes Moreno.

En Villa Grimaldi habían tres equipos de guardia de detenidos, cada uno de a dos personas. A él le correspondió realizar turnos de 12 horas con el sargento Chacra de nombre Oscar Núñez Fiubla, quien se encuentra fallecido, también recuerdo a Hugo Delgado Carrasco y Amador Fuentes Salas, quienes eran los jefes de guardias de detenidos y el resto del personal de guardia lo componían un soldado conscripto eléctrico a quien le tocó, le parece, construir las cajoneras en La Torre”, puntualizó.

Con posterioridad se integró a cada equipo de guardia una mujer que pertenecía a los equipos operativos para que ella tuviera a cargo las custodias de las mujeres detenidas, ahí estaba Alicia Contreras Ceballos, Adelina Ortega, Silvia Teresa Oyarce, que eran de Carabineros, Rosa Ramos Hernández, María Órdenes Montecinos, Teresa Osorio Navarro, quien se casó con Basclay Zapata, a quien le decían chica Alicia o Miriam”, confesó a la justicia.

Además circunstancialmente se reforzaban las guardias de los detenidos con personal operativo –continuó en su testimonio -, cuando lo disponía el oficial a cargo de la agrupación que lo había detenido, con el objeto de que el detenido permaneciera aislado en todo momento, para ser pasado a interrogatorio y cuando faltaba espacio los dejaban amarrado a los árboles con la custodia del personal de los equipos operativos”.

Cuando llegó a Villa Grimaldi “el recinto de los detenidos estaba a la mitad del predio frente a la casona en el lado poniente y al fondo en el lado sur había una pieza de madera que también se destinaba a calabozos. Había también un baño que era utilizado tanto para guardias y detenidos sean hombres o mujeres”, expresó.

Como al mes de haber llegado el sector donde estaban las dependencias que se ocupaban para los detenidos fue cerrada con una muralla tipo panel, quedando un portón metálico para el ingreso de los vehículos, esto se hizo porque a la bajada de un detenido se produjo un intento de fuga y por ello se cerró el recinto para que los vehículos ingresaran al recinto cerrado a dejar los detenidos”, manifestó a la justicia.

En Villa Grimaldi “los guardias de cuartel controlaban el acceso, recorrido perimetral y la puerta de acceso a la torre. Estima que la guardia de cuartel estaba integrada por unos seis funcionarios todos permanentes, fijos en el rol de cuartel y la mayoría estaba integrada por soldados conscriptos. Los jefes de las agrupaciones no aceptaban que le sacaran personal para integrar la guardia de cuartel y cuando faltaba un guardia de cuartel era reforzada esa guardia por personal de guardia del Cuartel General”, precisó.

«En Villa Grimaldi habían tres equipos de guardia de detenidos, cada uno de a dos personas. A él le correspondió realizar turnos de 12.00 horas con el sargento Chacra de nombre Oscar Núñez Fiubla, quien se encuentra fallecido, también recuerdo a Hugo Delgado Carrasco y Amador Fuentes Salas, quienes eran los jefes de guardias de detenidos y el resto del personal de guardia lo componían un soldado conscripto eléctrico a quien le toco le parece construir las cajoneras en la torre y otro guardia que por el momento no recuerdo. Con posterioridad se integró a cada equipo de guardia una mujer que pertenecía a los equipos operativos para que ella tuviera a cargo las custodias de las mujeres detenidas, ahí estaba Alicia Contreras Ceballos, Adelina Ortega, Silvia Teresa Oyarce, que eran de Carabineros, Rosa Ramos Hernández, María Órdenes Montecinos, Teresa Osorio Navarro, quien se casó con Basclay Zapata, a quien le decían chica Alicia o Miriam», relató al juez Crisosto.

Ellos como guardias de detenidos estaban totalmente aislados de las áreas de operaciones de las agrupaciones, e incluso si ellos salían a buscar almuerzo, por cualquier razón teníamos que hacerlo por el lado de la cocina ya que tenían prohibido ingresar por el área de la casona”, relató.

Los roles de guardia tanto de detenidos como de cuartel, eran confeccionados por el suboficial Higinio Barra Vega, quien a su vez dependía de la plana mayor del comandante Moren Brito. La plana mayor de Moren estaba conformada por Fernando Lauriani, Palmira Almuna, y el suboficial Barra Vega.

Sus obligaciones como guardias de detenidos era mantener la custodia de los detenidos, proporcionarles la alimentación y el control de sus aseos personales en el único baño existente, que comprendía servicios higiénicos y duchas y que era utilizado por el personal de guardia de detenidos y también por los detenidos”.

Todos los agentes trabajaban todas las líneas investigativas, esto es MIR, Partido Comunista y Partido Socialista”, concluyó.

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Los listados y el destino de las víctimas

Eugenio Jesús Fieldhouse Chávez, ex funcionario de la Policía de Investigaciones, a mediados de junio de 1974 fue destinado a la DINA.

Fieldhouse indicó que «una de las labores que le toco desempeñar en la oficina en que trabaja en Villa Grimaldi, fue participar en la confección del listado de detenidos, este listado consistía en indicar el nombre del detenido, su filiación política, cargo que ocupaba y un resumen de su actividad».

«Este documento era entregado para ser llevado al cuartel general, donde presume que el director general determinaba el destino de los detenidos, una copia de este documento volvía a su oficina donde se podía leer en forma manuscrita el destino del detenido, se leía Tres Álamos, Cuatro Álamos, Terranova, Moneda y Puerto Montt. Oficialmente no supo el significado de la denominación de “Puerto Montt y Moneda” , pero por comentarios del personal, que trabajaba en el cuartel, significaba que eran lanzados al mar y enterrados, sin saber fehacientemente a que lugar eran trasladados para su desaparecimiento», precisó.

«Sostiene que los mismos agentes de la DINA que intervenían en la detención e interrogatorio de los detenidos, obtenida la información que se buscaba, eran las mismas personas encargadas de hacerlos desaparecer en los cuarteles de detención o en lugares alejados de dichos cuarteles donde se ocultaban sus restos, para mantener el secreto de la operación de inteligencia desplegada por dicha institución durante su vigencia, todo ello previa orden de la superioridad de la DINA», detalló.

Condenados a 10 años

Además de los integrantes de la cúpula de la DINA, los siguientes ex agentes fueron condenados a 10 años de presidio. Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo, Basclay Zapata Reyes, Francisco Maximiliano Ferrer Lima, Gerardo Ernesto Godoy García, Ricardo Víctor Lawrence Mires, Ciro Ernesto Torré Sáez, Rosa Humilde Ramos Hernández, Teresa del Carmen Osorio Navarro, José Mario Friz Esparza, Pedro René Alfaro Fernández, José Abel Aravena Ruiz, Claudio Enrique Pacheco Fernández, José Alfonso Ojeda Obando, Heriberto del Carmen Acevedo, Luis René Torres Méndez, Rodolfo Valentino Concha Rodríguez, Hugo del Tránsito Hernández Valle, Juan Ángel Urbina Cáceres, Manuel Rivas Díaz, Jerónimo del Carmen Neira Méndez, Silvio Antonio Concha González, Héctor Wacinton Briones Burgos, Carlos López Inostroza, José Nelson Fuentealba Saldías, Luis Rigoberto Videla Inzunza, Raúl Juan Rodríguez Ponte, Palmira Isabel Almuna Guzmán, Osvaldo Pulgar Gallardo, Roberto Hernán Rodríguez Manquel, Rafael de Jesús Riveros Frost y Leonidas Emiliano Méndez Moreno. En el caso del coautor Samuel Enrique Fuenzalida Devia, el magistrado lo condenó a 541 días.

Sentenciados a 4 años

Asimismo, el ministro Crisosto condenó a penas de 4 años de presidio, en calidad de cómplices, a los agentes Eugenio Jesús Fieldhouse Chávez, José Jaime Mora Diocares, Delia Virginia Gajardo Cortés, Reinaldo Concha Orellana, Osvaldo Octavio Castillo Arellano, Víctor Manuel Molina Astete, Fernando Enrique Guerra Guajardo, Guido Arnoldo Jara Brevis, Hugo Hernán Clavería Leiva, Jorge Luis Venegas Silva, Juan Carlos Escobar Valenzuela, Carlos Enrique Miranda Mesa, Víctor Manuel Álvarez Droguett, Raúl Alberto Soto Pérez, Pedro Mora Villanueva, Moisés Paulino Campos Figueroa, Óscar Belarmino la Flor Flores, Miguel Ángel Yáñez Ugalde y Héctor Carlos Díaz Cabezas.