El 3 de mayo de 1976, el buque manicero recalado en la esquina de Catedral con Teatinos fue asaltado por piratas armados, quienes procedieron a secuestrar al capitán de la nave, MIGUEL LUIS MORALES RAMÍREZ, a la fecha dirigente del Sindicato Profesional del Maní y el Mote con Huesillos.
Puede que el nombre de la organización comandada por el capitán Morales llame a la broma o a la incredulidad, pero el ataque al buquecito no fue nada de gracioso. Formó parte de un operativo mayor de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) que tuvo dramáticas consecuencias.
Aquel mayo del 76 varios sindicalistas y dirigentes clandestinos del Partido Comunista fueron secuestrados por la DINA, entre ellos Víctor Díaz, obrero gráfico, ex dirigente de la CUT y máximo dirigente del partido en la clandestinidad. Díaz, junto con otros dirigentes comunistas pasaron por Villa Grimaldi, pero desde ahí fueron trasladados a un recinto aún más secreto e infernal, ubicado en la calle Simón Bolívar, donde habrían sido asesinados y luego lanzados sus cuerpos al mar o a fosas secretas.
El barquito de Miguel quedó abandonado en un estacionamiento cercano a la esquina donde recalaba. De su capitán nunca más se supo y es probable que sus restos reposen en algún lugar de las profundidades, tras zozobrar en una de las peores tormentas de odio y terrorismo de Estado que ha sufrido Chile en su historia.