Lo que iba a ser una visita privada del juez Baltasar Garzón a Villa Grimaldi, se tranformó en una verdadera asamblea ciudadana este sábado 19 de enero. Más de un centenar de personas se reunieron el lugar para  expresarle su agradecimiento por aquella histórica orden que determinó la detención en Londres del general Pinochet, el 16 de octubre de 1998. Recibido por la presidenta de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, Margarita Romero y los directores Flor Hernández y Marcelo Agost, junto a la alcaldesa de Peñalolén Carolina Leitao, el magistrado realizó un breve recorrido por el recinto para luego enfrentar a la numerosa concurrencia que lo esperaba. Entre ellos destacaban los ex magistrados Juan Guzmán y Alejandro Solís, junto a ex presos políticos sobrevivientes, familiares de víctimas y vecinos de la comuna.

En la asamblea, el magistrado relató algunos entretelones de lo que fue aquella histórica orden de detención internacional en contra del ex dictador, que causó un profundo cambio en la forma como la política y la justicia chilena abordaban el tema de las graves violaciones a los derechos humanos. A partir de aquella primavera de 1998 la figura intocable e impune del ex dictador se derrumba y se abre una posibilidad de lograr justicia hasta esa fecha considerada casi imposible. Por eso las vivas muestras de agradecimientos en la improvisada asamblea en Villa Grimaldi, la emoción del ex prisionero político, las simples gracias de la familiar de detenidos desaparecidos, el homenaje del Centro Verdad y Justicia y los numerosos presentes, muchos libros entre ellos, que se llevó el ex magistrado de su visita al recinto de Peñalolén.


LOS MAPUCHES NO SON TERRORISTAS

El jurista español, no eludió la petición que le hiciera un asistente de pronunciarse sobre la situación del pueblo mapuche. Sin rodeos manifestó: “Para mi está muy claro que los mapuches no son terroristas. No pueden serlo por su propia forma de ser, su cosmovisión y naturaleza, que es incompatible con el terrorismo. Incluso las acciones violentas que acometen no pueden ser catalogadas de terrorismo. Esto no quiere decir que yo justifique la violencia. Aún en un estado de derecho con falencias resulta repudiable, porque por vías pacíficas, incluyendo la movilización popular dentro de la legalidad y por el diálogo se puede conseguir cualquier exigencia”.

A reglón seguido expresó: “yo creo que se está produciendo en el Estado una cierta frustración por no poder solucionar un problema y cuando un gobierno se ve desbordado por los hechos surge la tentación de traspasar los límites, lo cual es muy peligroso pues incide en la propia deslegitimación del estado de derecho. Ocurrió en España con los GAL, que intentaron combatir el terrorismo con terrorismo. Creo que aquí en Chile está faltando un verdadero diálogo y aproximación y comprensión de cada una de las causas que determinen esta situación. Falta una unificación e integralidad de criterios entre las distintas comunidades mapuches. Pero también falta voluntad política de solucionar el problema, tratando a los pueblos originarios, que tienen sus derechos, de igual a igual por parte del Estado”.

“El recurso de exacerbación de la seguridad y el endurecimiento de una legislación antiterrorista y una confrontación violenta no es el mejor de los camino, sino el terror” advirtió finalmente el magistrado español.

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Texto y Fotos: Luis Fernando Arellano
Comunicaciones Villa Grimaldi 
19/01/2013