Rebeca Martínez
es dirigente de la Organización Cultural por la Memoria Histórica de Peñalolén, gestora del impresionante monumento a los Mártires de la comuna que se levanta en la plazoleta del mismo nombre, situada en Av. Grecia esquina de Altiplano. Rebeca es madre de Pedro Andrés Mariqueo Martínez, uno de esos mártires, de tan solo 16 años, que cayó a unas calles de la plazoleta, el 1º de Mayo de 1984, producto de balas disparadas desde un vehículo policial.

Pedro es el número 12 en la lista de mártires inscritos en la placa del monumento. Rebeca lo señala, pero también destaca a Magla Evelyn Ayala Henríquez, de tan solo dos años de edad, muerta en agosto de 1983 por una bala de guerra que atravesó las frágiles paredes de su hogar y la impactó en el abdomen. Su victimario habría sido uno de los 18 mil soldados que fueron enviados a las calles, a sofocar la jornada de protesta social convocada por opositores a la dictadura. Junto a Magla, ese día perdieron la vida a manos de los represores otros 28 chilenos

Similar suerte corrió en octubre de 1987 el menor Felipe Antonio Gutiérrez Garrido, también de dos años de edad, hijo de vecinos de la Villa El Parral. Una bala disparada contra manifestantes, que participaban de una jornada de paro nacional, terminó con su vida.

Rebeca se sabe la historia de cada uno de la treintena de nombres que figuran en la base del monumento. “Aquí en Lo Hermida corrió mucha sangre y muy cerca de esta plaza. A veces la memoria es frágil, pero lo que no habrá jamás es perdón ni olvido. Los pueblos son los que hacen historia y es el pueblo el que revive, el que recuerda y el que lucha por dejar en la historia lo que ha ocurrido”.


¿Cómo luchar contra el olvido?

“Trabajando con los jóvenes. Son ellos los que tienen que saber lo que pasó y quiénes fueron los culpables de los grandes crímenes que ocurrieron aquí en Peñalolén. Algunos jóvenes han entendido parte de la historia porque tienen familiares que les cuentan. Pero muchos otros no saben o lo saben a medias por otras personas. Y ahí no conocen lo que pasó verdaderamente. Los jóvenes son los que tienen que saber lo que ocurrió en nuestro país para que nunca les vuelva a pasar lo que nos sucedió a nosotros”.

¿Y qué hacemos este año que se cumplirán 40 años del golpe de estado?

“Debemos estar más unidos. Basta ya de trabajar separados. Los que cometieron los crímenes de lesa humanidad fueron los mismos en todas partes. Los que operaron en Villa Grimaldi que fue un centro de tortura, de desapariciones y ejecuciones y los que actuaron cerca de aquí asesinando a la Evelyn, que tenía apenas dos años o a Felipe Antonio de la misma edad. Todos estos actos fueron de mucha crueldad”.

“Aquí en Peñalolén hay mucha historia. Por eso debemos unirnos y hacer un trabajo en conjunto, especialmente los que somos de derechos humanos. Yo me sigo preguntando por qué trabajar separados y no unirnos, porqué no hacer un trabajo sólido, un trabajo de historia, y hacerlo en conjunto. Sería maravilloso. Cuando la Villa Grimaldi hace sus actividades muchas veces nosotros no tenemos idea, la comunicación no está. Debemos unirnos para trabajar en una misma dirección”.

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La entrevista a Rebeca Martínez se efectuó en la Plaza Mártires de Peñalolén, de la Población Lo Hermida, con motivo de la inauguración del 4to Ciclo de Cine de la Memoria, organizado por Villa Grimaldi con el apoyo de la Corporación Cultural de la Municipalidad de Peñalolén.