UN HOMENAJE CON LLUVIA Y MÚSICA QUE ALIMENTA A LA MEMORIA

Acompañada de una fuerte lluvia que no mermó el ánimo ni la energía de los presentes se realizó en el Teatro por la Vida del Parque por la Paz Villa Grimaldi un emotivo homenaje a los compañeros y compañeras ejecutadas políticas.

La actividad, organizada por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos –AFEP- y Villa Grimaldi, contó con la presencia de familiares, amigos y cercanos que acompañaron el acto con mucha emoción y respeto.

Durante el desarrollo del homenaje se hizo presente con su música el Conjunto Cuncumén, histórica agrupación folklórica que cumple 70 años de actividad. Formada al alero de Margot Loyola y Violeta Parra, han cultivado la recopilación y divulgación de nuestra música, lo que han reflejado en diversos escenarios y grabación de discos hasta nuestros días. Cabe destacar que a Cuncumén pertenecieron dos importantes figuras de la Nueva Canción Chilena: Rolando Alarcón y Víctor Jara y que, durante su presentación en nuestro Parque, recorrieron distintas etapas musicales del conjunto, interpretando temas de Víctor, Rolando y clásicos de su repertorio, además de destacar su manifiesto e irrestricto compromiso con la memoria y la defensa de los DDHH.

 

 

En nombre de la directiva de la Corporación se dirigió a los presentes Beto Rodríguez Gallardo, quien se manifestó “realmente muy emocionado por poder realizar esta actividad en conjunto con la AFEP de la cual mi abuela, Ofelia Moreno Aguirre, es una de las fundadoras, la quinta en llegar a esta agrupación”, agregando que “hoy día tenerlas aquí, compartiendo este espacio conmemorativo, dignificante, solidario y respetuoso con las compañeras que están hoy día en la AFEP, y en conjunto con nuestro Sitio de Memorias, es realmente muy emocionante”.

Beto Gallardo destacó la presencia y generosidad del Conjunto Cuncumén, “quienes además están cumpliendo nada más y nada menos que 70 años de historia y del que han sido parte nombres de la talla de Rolando Alarcón, Víctor Jara y Margot Loyola, es impresionante”, destacando finalmente “la presencia en el acto de doña Gabriela Yáñez, histórica integrante del conjunto y que nos acompañó hoy día en esta presentación desafiando el frío y la lluvia”.

A nombre de la AFEP se dirigió a los presentes la presidenta de la entidad, Alicia Lira, quien señaló que “como organización se hacían presentes en este acto conmemorativo para recordar y reivindicar a nuestras compañeras y compañeros en emociones y en compromiso, en un día lluvioso como tantos días similares a este que nos tocaron en el pasado, cuando e plena dictadura marchábamos por las calles de Chile exigiendo saber de nuestras y nuestros familiares, y que hoy les recordamos en este lugar tan importante y significativo como lo es Villa Grimaldi”.

Donación de libros

Al finalizar el acto, la AFEP hizo entrega a Beto Rodríguez, representando a Villa Grimaldi, de dos tomos del libro ‘Rompiendo el silencio de niñas, niños y adolescentes ejecutados políticos durante la dictadura cívico-militar 1973-1990’, el que fue realizado por la Agrupación con el apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través de la Unidad de Cultura, Memoria y Derechos Humanos, y a la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile. Esta publicación está basada principalmente en el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (1991) y el Informe de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (1996), y que busca reconstruir de forma integral y cuidada cada una de las vidas e historias de las víctimas.

 

Al momento de la entrega de esos dos tomos, Alicia Lira destacó que “hoy hemos querido rememorar, pero también hemos venido a entregar parte de nuestra historia y, en este caso, lo más querido en una sociedad que son sus niños y niñas adolescentes”. En ese sentido, puntualizó la dirigenta, “le pusimos ‘rompiendo el silencio’ porque por muchos años en dictadura no hablábamos de los niños ni niñas: hablábamos de los presos, de los detenidos desaparecidos, incluso después los años 90, pero de repente no dimos fuente que aquí habían 300 niños/adolescentes ejecutados por la dictadura, desde los seis años hasta los 19 años, porque hasta los 20 eran menores de edad”, recalcando que “sentimos que había que visibilizarlo y constatamos que mucha gente nunca pensó, supo o sospechó que hubo niños y niñas ejecutados en nuestro país y que era absolutamente necesario darlo a conocer”.