El Tercer Ciclo de Cine de la Memoria se efectuará los días 26, 27 y 28 de enero en el Teatro por la Vida de Villa Grimaldi. La iniciativa contempla exhibir gratuitamente los documentales “Nostalgia de la luz” de Patricio Guzmán y “El Mocito” de Marcela Said y Jean de Certeau, junto al film “Violeta se fue a los cielos”, del director Andrés Wood. Tres obras que rescatan la memoria histórica e incentivan la discusión en torno a los derechos humanos, su pasado y presente.

Jueves 26 – 20.30 hrs

“Nostalgia de la luz” refleja búsquedas, las unas escudriñando los cielos en demanda de respuestas sobre el universo, las otras caminando y excavando la tierra desértica en busca de los ausentes. Guzmán traza un singular paralelo entre los afanes de científicos instalados en los modernos observatorios astronómicos del norte chileno y la de quienes buscan en los yermos polvorientos de más abajo, donde están atrapados los restos de sus familiares desparecidos, víctimas del terrorismo de estado.

Viernes 27 – 20.30 hrs

“El Mocito” representa otra vertiente de la tragedia desatada en Chile tras el golpe militar. Jorgelino, “el mocito” es un personaje complejo, a veces visto como una víctima en otras como un represor más. El solo servía los cafés a los agentes torturadores de la DINA – CNI, en medio de los violentos interrogatorios a los secuestrados, y luego empaquetaba los cuerpos mutilados de aquellos destinados a desaparecer. Una labor macabra que para muchos lo hace repudiable. Pero Jorgelino cuenta su verdad y abre una ventana para conocer desde dentro al monstruo que segó la vida de tantos chilenos. Vive pobremente en una zona rural, solitario, acompañado de sus atroces recuerdos, buscando desesperadamente el perdón y la redención.

Sábado 28 – 20.30 hrs

“Violeta se fue a los cielos” es una singular mirada sobre Violeta Parra, la folklorista, arpillerista, cantora y poeta del Chile profundo, que se marchó con un clavel en la sien el 5 de febrero de 1967. El filme sigue la vida de la “Viola” de la mano de los recuerdos de su hijo Ángel, desde su niñéz, sus viajes como folklorista, la exposición en el Louvre y finalmente su regreso a Chile a la famosa carpa en la comuna de La Reina. Es un viaje cautivante, a saltos cronólógicos, por la obra y los amores de una figura central en la cultura chilena y latinoamericana.