En Sao Paulo, Brasil, se entregaron al poder judicial los archivos de “Brasil Nunca Más». Estos archivos son documentos históricos y pruebas sobre las violaciones a los derechos humanos que sucedieron en este país.
El Consejo Mundial de Iglesias envió 7 mil páginas de documentos que fueron anteriormente enviados, entre 1979 y 1985, a Suiza por dirigentes de derechos humanos, liderados por el entonces obispo de Sao Paulo, Paulo Arns, y el reverendo protestante Jaime Wright, en el proyecto conocido como «Brasil Nunca Más».
BRASIL – Repatrían archivos de la dictadura, la ONU pide investigar
SAO PAULO – El relator de la ONU contra la Tortura, Juan Méndez, reclamó a Brasil investigar los crímenes cometidos por la dictadura militar en el país sudamericano entre 1964 y 1985, luego de que fueran remitidas a este país 7 mil páginas de documentos sobre los delitos del régimen.
Lo hizo al comentar la repatriación de miles de documentos que estaban guardados en Suiza y que quedaron en poder de la Procuración Regional de Sao Paulo, una medida celebrada por organismos de derechos humanos.
«Tengo esperanza en que los fiscales y jueces brasileños honren estos documentos, usando los archivos para abrir procesos contra los torturadores», dijo Méndez citado por la prensa brasileña.
El Consejo Mundial de Iglesias envió tres cajas a Brasil con 7 mil páginas de documentos que fueron enviados entre 1979 y 1985 a Suiza por dirigentes de derechos humanos, liderados por el entonces obispo de Sao Paulo, Paulo Arns, y el reverendo protestante Jaime Wright, en el proyecto conocido como «Brasil Nunca Más».
El Consejo Mundial de Iglesias, que patrocinó el proyecto, guardó los documentos que las Fuerzas Armadas dicen haber perdido sobre la represión ilegal durante la dictadura, además de contener cientos de relatos de presos políticos y torturados.
Brasil nunca juzgó estos crímenes a raíz de la Ley de Amnistía lanzada por el dictador Joao Baptista Figueiredo en 1979.
La repatriación del archivo sobre las denuncias contra la dictadura se produjo el mismo día en el que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, desistió por lo pronto de autorizar la apertura de archivos secretos, lo que causó una polémica entre miembros de su gobierno.
La flamante ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvati, que fue puesta en funciones el martes, anunció que Rousseff decidió que los documentos secretos no serán abiertos.
La mandataria había respaldado un proyecto de ley que proponía liberar papeles secretos después de 50 años, pero aceptó revisar su posición tras los cuestionamientos del ex mandatario José Sarney, aliado del gobierno, informó Estado de Sao Paulo.
Entre esos documentos figuran los de la dictadura militar y también documentos del Palacio de Itamaraty sobre la Guerra de la Triple Alianza.
Fuente: ANSA