Fernando Ortiz Letelier fue identificado luego de 36 años de estar detenido-desaparecido
Por Teresa Frías K. /Cambio21
La persecución de Juan Fernando Ortiz Letelier, en la foto de archivo con uno de sus hijos, se puso en ejecución desde el mismo golpe militar de septiembre de 1973. Sus restos acaban de ser identificados y serán sepultados este sábado. «Cuando empezamos a saber lo que pasó con mi padre, nos inundó el sentimiento de horror por la crueldad con que actuaban. No sabíamos cómo se podía llegar hasta tal grado de violencia», afirmó a Cambio21 Estela Ortíz
Luego de once años de peritajes, el Servicio Médico Legal (SML) identificó a cuatro detenidos desaparecidos asesinados en 1976 en el cuartel Simón Bolívar de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), instalado en el inmueble número 8800 de esa calle de la comuna de La Reina.
Entre los identificados está el ex secretario general del Partido Comunista en la clandestinidad, Juan Fernando Ortiz Letelier quien fue detenido por civiles el 15 de diciembre de 1976 en las cercanías de Plaza Egaña, junto a Waldo Ulises Pizarro.
Su identificación se basó en 200 pequeños fragmentos óseos, de la que también surgieron las identidades de los dirigentes comunistas Lincoyán Berríos Cataldo y Horacio Cepeda Marinkovic, y el del militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Ángel Guerrero Castillo.
En su momento, la dictadura de Augusto Pinochet desconoció la detención de las cuatro víctimas ahora identificadas, ya que afirmaron que habían huido a Argentina. La existencia del cuartel Simón Bolívar se conoció sólo en 2007, cuando fue confirmada por Jorgelino Vergara, alias «El Mocito», tras declarar ante el ministro de la Corte de Apelaciones Víctor Montiglio.
Estela Ortíz: «Un proceso horroroso e inhumano»
Juan Fernando Ortiz era el padre de Estela Ortíz, una de las más cercanas amigas de la ex presidenta Bachelet. Además, fue la esposa de José Manuel Parada, uno de los tres militantes del PC que fueron degollados por integrantes de una brigada del Comando Conjunto, específicamente por miembros de Carabineros. En el gobierno de Bachelet se desempeño, entre otros cargos, como vicepresidenta de la Junji (Junta Nacional de Jardínes Infantiles).
En conversación con Cambio21, Estela Ortiz reveló los duros momentos por los que ha pasado la familia tras la desaparición de su padre. «Cuando sabemos del reconocimiento es muy impresionante. Un proceso doloroso que nos ha dado mucha rabia, por todo lo que mintieron durante 35 años. En esta etapa lo volvimos a revivir y una vez más lo volvimos a perder. Sin duda un proceso horroroso e inhumano», indicó. Sin embargo continuó relatando que la primera gran impresión la tuvieron cuando «El Mocito» entregó sus declaraciones a tribunales sobre las torturas a que fueron sometidos quienes eran enviados como prisioneros al cuartel Simón Bolívar (la consigna era que nadie salía vivo de allí).
«Era un caso que no tenía ningún antecedente de su detención, no teníamos testigos, no teníamos nada. Entonces pensamos que nunca íbamos a saber más de él. Sin embargo a partir del 2001 nos enteramos de todo, e incluso de cómo había sido torturado. Fue impresionante, más que conocer la verdad, constatar la violación de la vida humana y de cómo esta maquinaria del terror funcionaba», recuerda Ortiz.
En 1976 comenzó la agonía
La persecución de Ortiz Letelier, se puso en ejecución desde el mismo golpe militar de septiembre de 1973: fue separado de su cargo de profesor en la Universidad de Chile, sin siquiera respetar sus derechos respecto de una indemnización por años servicio. Parte de su biblioteca que se encontraba en esa Universidad -que comprendía diversos estudios y apuntes de clases- fue incautada por las nuevas autoridade, sin lograrse nunca la recuperación de ese material académico y de propiedad del afectado.
Durante la incansable búsqueda que realizaron agentes de los organismos de seguridad de la dictadura, María Estela Ortiz recibió tres «visitas» que buscaban a su padre, hasta que en 1976 lo detuvieron junto a Waldo Ulises Pizarro.
«Estábamos contra el tiempo, fue una locura porque debimos poner recurso de amparo y hablar con abogados. Como familia vivimos la angustia de salvarlo, pero no pudimos hacerlo», rememora la hija del ex dirigente del PC.
El 3 de enero de 1977 encontrándose su hija Estela en Ahumada esquina Compañía, en pleno centro de Santiago, se le acercó un hombre que se identificó como agente de la DINA. Luego de afirmarle que lo que le diría era porque estaba «asqueado» de todo lo que le había tocado ver y hacer, le ratificó las circunstancias de la detención de su padre, agregándole que había sido torturado brutalmente y que en esos momentos estaba reponiéndose, y que hasta el 2 de enero había estado en Villa Grimaldi junto a otras personas. Finalmente, le agregó que se encontraba a punto de ser trasladado al norte del país.
En el 2001 la familia Ortiz recibía la impactante noticia de que el jefe de la familia había fallecido tras ser detenido por la DINA.
«Fue un sentimiento muy extraño. Jamás pensé que íbamos a encontrar a mi papá. Pensé que era uno de los casos más difíciles porque fue parte de la última dirección del PC detenida», recuerda su hija.
En esa línea agregó que «cuando empezamos a saber lo que pasó con mi padre, nos inundó el sentimiento de horror por la crueldad con que actuaban. No sabíamos cómo se podía llegar hasta tal grado de violencia».
Después de tanto tiempo…
«Aquí ha habido una decisión política de ocultamiento de todo lo que sucedió con los detenidos desaparecidos. De ocultar responsabilidades de los grupos, del organismo de seguridad de Pinochet, de las FF.AA», reclama Estela Ortiz.
En ese aspecto agregó que «por otro lado el tribunal de justicia no hizo nada por investigar durante los 17 años de la dictadura. Se creo toda una maquinaria para violar los derechos humanos. Entonces obviamente aquí falta el coraje de encontrar las responsabilidades de lo que sucedió y de entender de que no es solo por la situación de mi padre, sino de muchos chilenos».
Ahora el ciclo parece estar cerrándose, al menos en lo que internamente a los deudos de Ortiz Letelier se refiere. Este sábado la familia realizará el funeral y posterior entierro, luego de 36 años desde su desaparición.