Así resumió el abogado Humberto Lagos la labor realizada después del golpe de Estado por el pastor de la Iglesia Evangélica Luterana en Chile, en una liturgia realizada en el Parque por la Paz Villa Grimaldi al conmemorarse 4 años de su muerte, el 13 de septiembre de 2011.
En una sencilla, pero profunda ceremonia, cargada de simbolismo, se recordó al pastor Helmut Frenz
nacido en la ciudad de Allenstein Alemania en 1933, quien llegó a nuestro país en 1965 y fue expulsado
del país por el gobierno presidido por Augusto Pinochet en 1975, debido a su irrestricta defensa de los
derechos humanos.
La liturgia se realizó en el césped ubicado frente a la piscina, lugar en que está ubicada la placa
recordatoria al pastor.
En la oportunidad, los religiosos expresaron que “hoy estamos en este sitio en que ellos y ellas
sufrieron vejaciones, maltratos y violaciones de sus derechos humanos más básicos. Venimos aquí para
recordarles y para refrendar nuestro compromiso y lucha por un Chile más justo y solidario”.
Hasta Villa Grimaldi llegó el teólogo Alvaro Ramis quien dijo que recordar a Frenz es también hacer
memoria “de todos aquellos que sufrieron, fueron perseguidos, vivieron la injusticia y de todas
aquellas personas anónimas que lucharon por recuperar su nombre, por hacer justicia”.
“Heltmut fue capaz de correr muchos riesgos y tomar decisiones muy difíciles, que supusieron
persecución, la denigración personal, el quiebre de su propia comunidad, el rechazo de miembros de su
propia iglesia con un objetivo de preservar la misión de luchar por la justicia”, señaló.
“Toda su vida estuvo marcada por esa decisión. Es decir, yo no voy a tener una componenda con la
dictadura, yo no voy a callar, yo voy a llevar esta lucha hasta sus últimas consecuencias, aunque eso
signifique un enorme costo personal y eso tiene un enorme valor”, expresó Ramis.
También concurrió al homenaje Humberto Lagos, director de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos del Ministerio Secretaría General de la Presidencia.
Lagos anunció que pronto publicará un libro biográfico sobre Frenz, el cual, explicó, no es sólo
un homenaje a él “sino también a la Iglesia Evangélica Luterana en Chile por todo lo que hizo, como
testimonio de vida en momentos en que la muerte galopaba por la geografía social y política de nuestro
país. Estoy conmocionado por esta invitación, pero por sobre todo por esta ceremonia en que se recuerda
a una persona que representa a todas y todos a quienes batallaron y aquellos que siguen batallando
porque los derechos humanos sean una realidad de Chile”.
Por su parte, la abogada de derechos humanos Fabiola Letelier, se manifestó profundamente emocionada por el recuerdo al pastor Frenz y dijo que ésta “nos impulsa a seguir luchando por la verdad, por la justicia, por el amor entre hermanos, por ser cada vez mejores y por los principios básicos para la
convivencia humana”
Juanita Aguilera, miembro de la Comisión Etica contra la Tortura señaló que se debe seguir la lucha por
los derechos humanos en el Chile de hoy.
“Las violaciones y agresiones que se producen y que han vivido nuestros hermanos mapuches, los
estudiantes, las comunidades como Caimanes, como los trabajadores, que terminaron con la muerte hace poco de un trabajador, de un grupo de policías que desplazan en la noche para llegar a un lugar a
sorprender a esa gente y terminar con la muerte de una persona”, (el obrero de la Confederación de
Trabajadores del Cobre Nelson Quichillao).
“Uno cuando mira para atrás y dice que Heltmut estuvo aquí en esos momentos cuando la violencia sacudía a todo el país, hoy día también la hay, desgraciadamente, todavía la tenemos aquí y necesitamos a gente como él y a muchos otros luchadores”, puntualizó.
Frenz fue pieza clave en la conformación de la Comisión Nacional de Ayuda a los Refugiados (CONAR),
organismo que se encargó de ayudar a aquellos extranjeros que habían llegado a Chile atraídos por la
experiencia de la vía chilena al socialismo a salir del país. Muchos de ellos habían habían huido de
las dictaduras en sus países, como en Uruguay y Brasil y no podían regresar a ellos. Conar logró sacar
del país a 7 mil personas.
Frenz a principios de octubre de 1973 junto al Cardenal de la Iglesia Católica Raúl Silva Henríquez
fundó el Comité de Cooperación para La Paz en Chile, el Comité Por Paz, y compartió la presidencia de
la entidad con el obispo Fernando Ariztía.
El Comité pro Paz entregó a los perseguidos ayuda jurídica, médica, psicológica e intercedió antes
diferentes países democráticos del mundo para que los acogieran.
El año 2007 el Congreso Nacional le concedió la nacionalidad chilena por gracia.
