El jueves 4 de diciembre a las 20 horas se realizará un acto de recuerdo y homenaje a estos luchadores sociales en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Queremos sumarnos a esta convocatoria de memoria. Además queremos compartir con ustedes una hermosa y estremecedora carta que nos ha hecho llegar la destacada actriz Malucha Pinto, referida a sus familiares, la cual habla por sí sola.
Compañeros y compañeras de Villa Grimaldi, mis hermanos de la tribu de la tierra… Hace 40 años mis primos amados, Fernando y Patricia, fueron secuestrados por agentes del estado. Desde ese entonces ellos están desparecidos. El caso judicial ya se cerró, ya sabemos que nunca podremos enterrar sus cuerpos ya que sus cuerpos, (que eran el mio, éramos, somos familia), fueron lanzados al mar amarrados a rieles de tren. Viven en las profundidades entre corales, caracolas y misterios. No habrá entierro…
Es loco no enterrar a tus muertos. Se han hecho estudios y lanzado palabras bellas y escrito textos… hablan de lo que eso significa para los familiares y amigos… Lo extraño es que yo soy ese familiar que no podrá enterrar a sus muertos, a aquellos que amé y me amaron, a aquellos que fueron parte de mi familia, con quienes compartí almuerzos, corvinas a punto, erizos, pan con palta, tardes aburridas de domingo mientras los papás leían el diario o dormían siesta y no podíamos hacer ruido, peleas con los papás por las normas, los permisos que no llegaban, discusiones en la mesa, risas, complicidades, juegos en las que éramos princesas y príncipes, sueños de lo que queríamos ser cuando grandes o sueños simplemente, sueños compartidos.
Teníamos un mundo por delante que no fue.
Mis hijos se quedaron sin tíos en nuevos almuerzos familiares donde los papás éramos nosotros, sin esa energía que los terminaría de inspirar desde el corazón de este Fernando y esta Patricia.
Mis nietas y nieto se quedaron sin esos tíos y tías abuelas que llegarían para las Pascuas con algún engañito, un libro, un globo, un amor de tío, de tía… no sé… todo muy doloroso…
Es como no poder cerrar, no poder soltar y despedirse… en esas estoy, con una pena que vuelve a vivirse en la superficie de la existencia, vuelve a habitar- me en las zonas más externas, la piel, la lágrima fácil, algo que se recoge en mi corazón, un peso, un algo sordo.
(Esta locura ventosa, marina, estuvo en los lugares ocultos donde se esconden esas tristezas que no queremos ver o con las que nos cuesta vivir. ¡Y hoy sale al sol para ser vivido, llorado, abrazado como parte del camino!…)
Es loco, nos acostumbramos a tener familia detenida, desaparecida… Yo no me acostumbro, trato y no me acostumbro y ellos, mis primos hermanos que quedaron jóvenes y tersos para siempre, ellos los de la risa y ojos chinos, los que no alcanzaron a parir, tener nietos, desilusionarse y volver a ilusionarse con el mundo que queríamos cambiar, ellos que no alcanzaron a transitar este país bizarro por el que caminamos, ellos, ellos, ellos que quedaron vivos para siempre, perdidos para siempre, una brisa que arremolina los árboles las tardes rojas de primavera, floreciendo en cada rosa de mi jardín con sus rostros en blanco y negro, orgullosamente expuestos en los pechos de los que no olvidan a estos chilenos y chilenas brutalmente extirpados de esta patria como se extrae un lunar canceroso en circunstancia que Fernando y Patricia eran la radical expresión de la luz multiplicada.
Entonces, ¡queremos despedirlos, honrarlos, agasajarlos! Les haremos un lindo homenaje el jueves 4 de diciembre en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos a las 20:00. Compañeros y compañeras artistas han solidarizado y estamos preparando algo lindo y significativo.
Mi familia y yo estaríamos felices que nos acompañaran ustedes, es muy importante para mi verlos ahí, sentir su abrazo. Les pido que se sumen a este homenaje: «Con ellos en el corazón».
Gracias
Un abrazo
Malucha
¿Cierto que eran bellos?
