Ocho de los diez establecimientos educacionales que fueron parte del programa Estudiantes de Valparaíso como embajadoras y embajadores de memoria, concretaron sus trabajos de investigación sobre diversas temáticas relativas a la memoria del puerto. Este proyecto fue realizado en conjunto por el Área Educación de Corporación Parque por la Paz villa Grimaldi y la Corporación Municipal de Valparaíso (Cormuval).
Según explicó Karen Bascuñán, encargada del Área Educación de Villa Grimaldi, las propuestas fueron muy interesantes y diversas, lo que responde a “cómo comprendemos la construcción de la memoria o de las memorias más bien, y a lo que ellos escogieran según sus intereses, en tanto grupo”. Añadió que en algunos casos la pregunta de investigación no necesariamente derivó en la memoria del trauma, “sino que se abrió a relevar memorias más silenciadas, como las memorias de la resistencia, o también de otras situaciones que corresponden a problemáticas de la ciudad”.
Pero indicó que “en general las utilizaciones tuvieron la apertura para tratar diversos temas y no solamente la memoria de la dictadura, la resistencia y la post dictadura”. En muchos casos, explica, esto significó debate con los profesores sobre lo que se podía hacer y lo que no se podía hacer, por qué lo estaban haciendo, y la participación en consejos escolares, más los aportes directos y la participación más directa por parte de directivos según cada liceo.
Sobre la manera en que se trabajó con los grupos de estudiantes y los profesores de los centros educacionales, Bascuñan, señaló que en gran parte y en primer lugar “se dio al interior de los liceos y las comunidades educativas, antes de pensar en hagámoslo para todo Valparaíso o todo Chile”. Comentó también que los trabajos tienen etapas, y “ellos internamente en tanto embajadores tienen que guardar esto que hicieron con su comunidad, es decir hay una entrega simbólica a la dirección para que autorice que eso se retome y se aborde con la comunidad educativa completa”.
Manifestó que es una tarea “en la cual hay que seguir trabajando y surgió otro campo en el que estos diez liceos, especialmente los profesores se están tratando de articular como docentes trabajadores de la memoria en Valparaíso, gracias a haber participado en el proyecto y están conociendo las propuestas que hicieron cada uno, ya que hay algunas cosas que pueden itinerar al interior de los liceos, especialmente los trabajos que no son murales”.
En esta primera versión participaron principalmente estudiantes de enseñanza media, y excepcionalmente alumnos de séptimo u octavo. De los cien participantes, cerca de noventa eran de enseñanza media. Y en relación a los docentes “fueron principalmente profesores de Historia, aunque en la convocatoria compartida con la Cormuval, se trabajó con profesores asesores del centro de estudiantes”, señaló Bascuñan.
En cuanto a la evaluación interna del Área Educación de Villa Grimaldi, señaló que está en desarrollo por parte del equipo, que consideró la participación de Constanza Dalla Porta y Enrique Gatica, pero como primer aspecto se puede señalar que “fue más complejo que lo que hacemos normalmente, porque el proceso involucró trabajar durante cuatro meses con estudiantes, y acompañarlos en todo ese tiempo en su trabajo”. Señala finalmente que fue “innovador ya que los otros procesos no siempre son así. El factor territorial fue bastante complejo, ya que es otra dinámica cultural en una ciudad fuerte, que tiene lógicas bien específicas”.
Balance de los actores
Los propios participantes también tuvieron la oportunidad de comentar la experiencia y hacer las primeras evaluaciones respecto a la iniciativa. Por ejemplo, para Iván Contreras Sanhueza, profesor de Historia y Geografía, de sexto a cuarto medio de la Escuela Joaquín Edwards Bello, “fue fundamental poder ser parte de este proyecto, partiendo de la base que tenemos que reconocer nuestro pasado, para ser consciente de ello para poder avanzar y tomar una posición en cuanto a la formación ciudadana”. Indicó que este trabajo “es una gran arista que puedo tomar para seguir educando sobre la construcción de identidad, y de memoria”.
En relación a la temática abordada en su establecimiento -los incendios de los cerros de Valparaíso- responde a la historia del sector, “que es una historia de sacrificio de lucha, y de unión también”. “Encontramos que era lo más adecuado, ya que el 98% de los alumnos son del sector y han vivido directamente el tema de los incendios. A muchos de ellos las casas se les quemaron, una y dos veces, y ellos viven en las quebradas. Son niños de sectores vulnerables, y sumado a eso, el colegio fue albergue en todos esos procesos. El colegio le brindó la mano a la comunidad en cuanto a recibirlos mientras se coordinaban visitas a sus familiares”, agregó.
Sobre el trabajo de estos meses destacó “la visita a Villa Grimaldi, ya que, para muchos de ellos, el tema de los centros de tortura y detención, era un tema conocido de forma parcial desde la asignatura de Historia. Sabían algo de los detenidos desaparecidos, pero no mucho más. Y el hecho de conocer in situ un sitio de tortura para ellos fue muy fuerte, muchos tenían pena, tristeza, y les sirvió aún más la importancia de lo que estábamos haciendo, del porque visitamos ese lugar, de porqué estábamos en el proyecto”.
Así lo reafirmó el alumno del mismo establecimiento Joel Cano Soto, quien indicó que “fue una experiencia muy positiva, y nos permitió reiterar la idea que tenemos en la escuela de que la gente se ayuda de manera solidaria y mutua. Siempre surgimos entre todos y eso es lo que queríamos destacar, y que todos lo supieran”.
Por su parte la profesora de Historia, Arlette Soto, del Instituto Marítimo de Valparaíso, destacó que este trabajo nos parece que es el “inicio de una investigación de más largo plazo”. Y a partir de eso señaló trabajamos para identificar una ruta de la memoria de Valparaíso, y no depender de la ruta de la memoria que existe en Santiago.
En lo práctico indicó que “los estudiantes-embajadores plasmaron en fanzines dos importantes temas a rescatar y promover: los sitios de memoria en Valparaíso y el respeto a los Derechos Humanos”. Junto a ello, los estudiantes debieron identificar en un mapa de Valparaíso los sitios de memoria que conocen o que investigaron; “con esa información recabada, elaboraron un fanzine y elaboramos una cartografía de la comuna, e incorporamos dentro del liceo una caja/buzón para recibir opiniones, testimonios, reflexiones, entre otras cosas, que la comunidad escolar quiera aportar”.
El programa de Estudiantes de Valparaíso como embajadoras y embajadores de memoria se concretó gracias al financiamiento del gobierno del estado alemán de Hesse, e implementado a través de la World University Service, la cual tiene presencia en Chile desde hace más de cincuenta años.
Proyectos finales
No finalizaron el proyecto el Liceo Eduardo de la Barra y el Liceo Alfredo Nazar. |