Por las de ayer, por las de hoy, por las de mañana, ni un paso atrás. Es nuestra consigna y con ella marchamos las de Villa Grimaldi, en medio de miles de mujeres animadas por igual desafío este 8 de marzo. Ni un paso atrás.

Y es que los tiempos que surgen en el horizonte se presentan con rasgos preocupantes. Se instala un nuevo gobierno de sesgo conservador, frente al cual se nos plantea el desafío de fortalecernos y de unirnos, preparándonos para dialogar, pero también para defender con fuerza los derechos que hemos conquistado. Y no solo de aquellos que conciernen a nuestro género, sino aquellos relativos a una diversidad de ámbitos en la defensa y promoción de los derechos humanos.

Como Parque por la Paz Villa Grimaldi vamos a defender el derecho a la memoria, el derecho a preservarla y a comunicarla. El derecho a recordar que la trayectoria de conquistas sociales y de igualdad de oportunidades y derechos la han trazado grandes mujeres, líderes de un inapreciable valor cultural y social. Lamentablemente, muchas de ellas permanecen, como dice Diamela Eltit “ocupando el lugar del murmullo en los márgenes de la historia. Y esto origina una herida en la memoria colectiva”.

Tenemos el derecho y el deber de recordar y de reescribir esta historia, de reconstruir la trayectoria social y pública de mujeres trabajadoras, activistas sociales, artistas, políticas, intelectuales, pedagogas, científicas.

Reconstruir este tejido es fundamental para las nuevas generaciones de mujeres que abogan por el reconocimiento de su identidad.

Los logros que hemos conquistado han sido producto de las luchas que a lo largo de la historia tantas otras sostuvieron. Queremos que resuenen en la historia mujeres como Eloísa Díaz y Ernestina Pérez, nuestras primeras médicos; Amanda Labarca, política, profesora, escritora y feminista. Cómo olvidar el rol emancipatorio de mujeres como Elena Caffarena, Olga Poblete y Marta Vergara, que junto a otras fundaron Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH). Para qué decir nuestras grandes artistas Gabriela Mistral y Violeta Parra, mundialmente conocidas y distinguidas.

Ya en los atardeceres del siglo XX, no podemos olvidar a grandes políticas y activistas, como Gladys Marín, y Laura Rodríguez, quien tuvo un rol cardinal en la recuperación de este sitio de memoria.

Recordamos, con la emoción de quien vuelve a pasar por el corazón, el trabajo en la defensa de los derechos humanos de activistas y familiares de detenidos desaparecidos, como Ana González, Sola Sierra, Viviana Díaz. Recordamos la lucha y denuncia constante de mujeres como las emblemáticas Luisa Toledo, Luisa Riveros y Verónica De Negri.

No olvidamos que las primeras organizaciones implicadas en la defensa de los DD.HH. en dictadura, en especial de familiares, fueron fundamentalmente constituidas por mujeres, quienes impulsaron las primeras protestas y huelgas de hambre; mujeres que salieron a la calle con las fotografías de sus desaparecidos y asesinados colgadas en el pecho, reclamando sus cuerpos, reclamando verdad y justicia. Se manifestaron en variadas ocasiones y de diversas formas, por ejemplo, encadenándose a las rejas del ex Congreso Nacional, que por ese entonces era la sede del Ministerio de Justicia.

Y no sólo a las emblemáticas, a todas rendimos homenaje.

A aquellas luchadoras que quedaron en el camino; nuestro jardín de rosas nos las recuerdan día a día.

Rendimos un especial homenaje a las luchadoras de hoy: a las estudiantes y profesoras que salen a la calle y que trabajan en las bases de sus escuelas y universidades por una educación gratuita y de calidad. A las feministas, a las defensoras de los territorios y del medio ambiente. Y no puedo dejar de mencionar a la ‘Negra’, a Macarena Valdés, quien se opuso a la construcción de una central hidroeléctrica de paso en tierras ancestrales mapuche y que en agosto de 2016 fue hallada muerta en su casa. Quisieron hacerlo pasar por suicidio, pero recientes peritajes descartan esta tesis. Sus familiares y amigos más cercanos no dudan que Macarena fue asesinada para infundir el miedo.

A veces, como escribió Eduardo Galeano, la justicia es como las serpientes, solo muerde a los descalzos.

Para finalizar, homenajeamos a las mujeres sobrevivientes de Villa Grimaldi y de todos los centros de secuestro, tortura y exterminio. A las trabajadoras de este sitio de memoria, equipo mayoritariamente constituido por mujeres. A las que impulsaron la recuperación de este lugar. Por algún motivo, las mujeres se dedican especialmente a los trabajos de la memoria. Hay algo en nosotras que nos convoca a la tarea preservarla y reconstruirla, con la certeza de que siempre se convoca la memoria en tiempo presente, y en ese presente se dialogan y construyen sus sentidos.

Hoy repudiamos la violencia y discriminación contra la mujer, que transgrede los principios de igualdad y respeto de la dignidad humana.

Hoy reivindicamos todos los derechos que a punta de tesón, sudor y sangre hemos conseguido. Seguiremos avanzando en derechos correlativos para hombres y mujeres.

Seguiremos avanzando en otros derechos sociales, pues en Chile ya se instaló su reivindicación.

No daremos ni un paso atrás, por las de ayer, por las de hoy, por las de mañana.

Mariana Zegers Izquierdo
Secretaria General
Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi