Una visita guiada se realizó para el Colegio Santa Lucía, especializado en educar niños con discapacidad visual y personas que la han perdido. Es la primera experiencia de este tipo del Equipo Educación de nuestra corporación. Profesores y estudiantes quedaron con la certeza de haber vivido una experiencia enriquecedora.
La profesora Natalia De la Torre (izquierda ) junto con sus alumnos
La actividad fue preparada y coordinada con ese establecimiento ubicado en la comuna de La Cisterna por el Equipo de Educación.
El recorrido se hizo especialmente pensando en las distintas discapacidades visuales de los niños que realizaron la visita, en total 8 niños con baja visión, que logran ver colores o formas y que se acercaron mucho a las cosas y, dos estudiantes ciegos.
La idea “era aprovechar la instancia, porque a nuestros estudiantes como tienen un problema de discapacidad visual nos cuesta mucho acceder a lugares públicos.Son muy pocos los lugares que nos reciben y nos pueden hacer visitas guiadas tan buenas como la que hemos tenido acá”, señaló Natalia De la Torre, profesora jefe de uno de los cursos del Colegio Santa Lucía y quien hace la asignatura de historia en octavo año básico.
El propósito fue “venir con la mayor cantidad de estudiantes es una: apropiarnos de los espacios que son públicos y también porque el nivel cultural de nuestros estudiantes es bastante precario. Tenemos familias que, por ejemplo no han terminado siquiera la educación básica. Entonces las opciones que ellos tienen de acceder a la cultura son súper mínimas”, puntualizó.
“La mayoría de nuestros estudiantes son de situación vulnerable y además se asocia el tema de la discapacidad visual, que es súper complicado para las familias afrontarlo. Muchos de ellos todavía no han superado la etapa de duelo con ellos, algunos son muy sobreprotectores y eso hace un poco que los chicos con las familias crean un mundo como paralelo de irse quedando mucho en la casa. Es muy poco lo que salen. Las instancias del colegio, lo que éste les entrega son las únicas que tienen para que los niños conozcan”, precisó.
Discapacidad visual y vulnerabilidad social
“De hecho tenemos niños que no tienen escolarización previa, -agregó-. Han llegado a los diez años a la escuela sin ningún tipo de escolarización. Son familias extremadamente vulnerables. Contamos con familias con un mejor nivel cultural, pero en general son chicos con mucha vulnerabilidad”
“A través de estas actividades con la escuela queremos lograr eso-continuó-, que los chicos conozcan la historia de Chile porque en el fondo, muchos de ellos lo ven como una película. No logran vivenciarlo como algo que sucediórealmente”.
“Con la venida acá nos vamos con la satisfacción con las colegas que me acompañan, de que los chicos se van a dar cuenta de que no es una película, de que es algo que realmente sucedió en nuestro país y que no debe volver a suceder”, expresó.
De la Torre manifestó que “la idea de las salidas pedagógicas es hacer un trabajo, con la concepción de que no es un paseo, no es lo mismo ir a aprender desde la didáctica. Por eso los chicos con baja visión tomaron apuntes y los ciegos grabaron. Esa es la finalidad pedagógica de las salidas, además del ámbito social que estamos tratando de abarcar con ellos”.
“Ha sido una visita muy buena desde todos los sentidos, queremos agradecer al equipo educativo de Villa Grimaldi que fue antes a la escuela. Tuvimos una conversación previa, pudimos acordar ciertas cosas y, en realidad el parque es bastante accesible. No tuvimos mayores dificultades e incluso los chicos que son ciegos totales no hemos tenido problemas para recorrerlo”, indicó.
“Comentábamos con las colegas de que a pesar de que hubo mucho dolor acá, el parque da una sensación de tranquilidad que yo creo que es lo que se busca con el nombre. Todo lo que ha sido explicaciones, tener también paciencia con los chicos porque no son muy buenos para preguntar, pero de a poco se han ido como soltando. Ha sido muy buena la acogida en el parque y esperar que podamos repetirlo nuevamente. Hacer este espacio tan nuestro como todos”.
David Saavedra, de octavo año, uno de los niños, con la enfermedad de desprendimiento de retina, cataratas y glaucoma, señaló al término de la actividad que “me pareció súper educativa e interesante por lo que pasó en esa época que no se conoce casi nada de lo que pasó en realidad”.
Cuando le preguntamos si sabía lo que había sucedido en Chile a partir de 1973. “Lo sabía por mi padre que es de 1958 y vivió esa época, él fue camarógrafo y pudo saber lo que pasaba en las calles. Me contó cosas que de otras maneras no se sabe mucho, por ejemplo que en el Parque O’Higgins cambiaron las rejas normales por rejas electrificadas y que alrededor de ellas habían minas explosivas, que muy pocos saben, sólo algunos de la prensa sabían”.
Discapacidad visual de niños y adultos
“La escuela Santa Lucía tiene el nivel de estimulación temprana, que son los bebés que tienen algún tipo de discapacidad visual que trabajan con sus padres, luego tenemos pre básico, educación básica y el área de rehabilitación que son personas que han quedado ciegas durante un tiempo prolongado o de forma repentina, especialmente por la diabetes. A estas últimas se les enseña orientación y movilidad, usar su bastón, aprender habilidades de la vida diaria, cosas tan simples como hacerse un huevo, por ejemplo y que ellos al perder la visión les cuesta mucho y tenemos el área laboral de adultos donde se les enseña informática para la atención de “calls centers”, o un taller de amasandería”, detalló Natalia De la Torre.
