La obra de Malucha Pinto Colibrí Tributo a Andrés Perez, se presentó Villa Grimaldi, oportunidad en que se efectuó una especial visita guiada acompañada de los integrantes de la compañía y de música, en la cual resaltó la canción “La Vie en Rose” de Edith Piaf, que recordó el canto y la solidaridad de una prisionera durante su permanencia en el ex Cuartel Terranova de la Dina. 

Una significativa presentación teatral se realizó este sábado 04 de octubre con un público que repletó la Velaria del Parque por la Paz Villa Grimaldi, el recinto para los eventos.

La actividad comenzó pasadas las 19 horas, cuando comenzaba el crepúsculo, con un grupo de los integrantes de la compañía con percusiones y portando unas antorchas.

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La directora de la Obra, Malucha Pinto, inició la visita guiada diciendo que la  “memoria no es un tema del pasado sino del presente, debemos recorrer todo lo que aquí ocurrió en la luz y en la sombra”. Cada palabra que se decía se traducía a través del lenguaje de señas.

Al término de sus palabras Karen Cea, encargada del Area Educación inició la visita guiada. Uno de los puntos emotivos se produjo en las llamadas «Casas Corvi», las pequeñas celdas de madera de un metro por un metro, del ex centro de tortura y exterminio.A un costado se cantó el célebre tema de Edith Piaf  “La Vie en Rose” acompañada de un violín, tema que interpretaba al interior del ex centro de tortura y exterminio una prisionera profesora de francés y que forma parte de la historia de la solidaridad al interior de Villa Grimaldi.

El público vivamente interesado realizaba preguntas de aspectos que le interesaban del relato de la historia de Villa Grimaldi, tanto en ese lugar como en el muro de los nombres. De allí la columna de visitantes recorrió el Memorial de las Rosas y la Plaza de la Esperanza, lugar en que culminó la visita guiada.

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Colibrí y Candela: mi cuerpo me cuesta

En ese momento y, ya con amplificación sonora se volvió a cantar “La Vie en Rose” y se ingresó a la Velaria, donde había más público ya sentado esperando ver la obra que comienza con palabras en Mapugundún para simbolizar a uno de nuestros pueblos originarios discriminados. Asimismo, se pidió un minuto de silencio como homenaje a los detenidos desaparecidos.

A través de Colibrí, el protagonista, en silla de ruedas comenzó a exponerse una verdadera pedagogía de la antidiscriminación y comprensión hacia las personas con discapacidad, una historia simple de amor de Colibrí hacia Candela con problemas de motricidad.

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Todo acompañado de danzas, cantos y luces alusivas al discurso central de la pieza: hacer reflexionar a nuestra sociedad sobre el tema.

“Mi cuerpo me cuesta y a ti te cuesta estar en silla de ruedas, le dice Candela a Colibrí”, en uno de los diálogos.

Al término de la presentación de la pieza, se realizó un coloquio ciudadano, en el cual se invitó a firmar un compromiso por la inclusión.

“Nosotros como educadores, profesores, necesitamos esto como material didáctico para que nuestros chiquillos, nuestras chiquillas en Chile puedan realmente respetar, realmente vivir con los que son distintos, pero son tan importantes como todos. Quiero agradecer al grupo, agradecer a la música, agradecer a la Malucha por toda su historia”, dijo María Elena Domínguez, profesora de historia del Liceo Simón Bolívar y coordinadora académica de ese establecimiento.

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“Cuando yo escuchaba los diálogos, algo que me gustó muchísimo, tiene que ver con lo que es la mujer, quien es la que lleva en la mayoría de los casos totalmente el peso del dolor, el sufrimiento de la enfermedad de un hijo,  es algo que nos destroza el alma, que no podemos dimensionar ver nuestra alma rota en mil pedazos”, dijo la psicóloga Marcela Toledo.

“Cuando la madre dice que el hijo tiene ya 25 años y que ella está envejeciendo y que ya no va a poder cargar con su niño, con su bebé, el que sigue amamantando a través del dolor. Es tan desesperanzador pensar que hay una sociedad que excluye a estos seres humanos tan amorosos, tan llenos de amor, tan faltos de derechos, como que no hay lugar  donde se les atienda con prioridad, con atención, con empatía. Hay desprecio y no sólo por lo que vemos, no sólo por la carne rota, la carne viva, no sólo por eso, vemos exclusión en el diálogo en el conversar (…), la exclusión es más que eso, es biológica, social, la exclusión religiosa, nos llenamos de estigmatización, nos llenamos de aislamiento”, expresó emocionada.

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