“No solo tenemos que rescatar el dolor y el horror que sufrieron las personas, sino también rescatar su opción por el cambio social”. (Entrevista al Presidente de la Corporación Parque por la Paz Villa Grimaldi, Alvaro Ahumada en la revista Punto Final, edición Nº 807, que circula en kioscos del 27 de junio al 10 de julio, 2014.)
Quienes visiten el Parque por la Paz Villa Grimaldi, pueden observar los rayos de sol deslizándose entre arboles y flores. También descubrirán, no sin estremecimiento, que hubo un tiempo en que ese lugar fue un centro clandestino de detención y tortura. Es que el ex-cuartel Terranova de la Dina constituye un símbolo del terrorismo de Estado que puso en práctica la dictadura cívico-militar.
Alrededor de 4.500 personas, incluidos niños y niñas, pasaron por sus instalaciones acondicionadas para el secuestro, aislamiento y aplicación de tormentos. Más de doscientas fueron ejecutadas o desaparecidas. Alvaro Ahumada San Martín, actual presidente de la Corporación encargada de administrar este sitio de memoria, es un sobreviviente. Tras su detención en Villa Grimaldi en enero de 1975, fue trasladado a los campos de prisioneros de Tres y Cuatro Alamos y Puchuncaví. Luego vendría el exilio y el retorno, en 1983. En 1990 dejó la militancia en el MIR y se dedicó a la actividad académica y a la asesoría de organismos gubernamentales. En conversación con Punto Final da a conocer las actividades y desafíos del Parque por la Paz Villa Grimaldi.
¿Cuáles son las principales actividades que hoy se desarrollan en Villa Grimaldi?
“La Villa Grimaldi es un sitio de memoria. Constituye un símbolo para la promoción permanente de los derechos humanos, para el rescate de la memoria histórica y para la educación de las nuevas generaciones en esas materias. Recibe mucho público, en particular visitas de estudiantes y extranjeros
Contamos con un archivo oral. Reúne una cantidad importante de testimonios de sobrevivientes y personas que fueron parte del movimiento de resistencia de los años 70. Ese material permite situar las violaciones de derechos en el contexto en que se dieron y resituarlas con una mirada del presente. Así, el Parque por la Paz Villa Grimaldi cumple el rol fundamental de traer al presente los hechos acaecidos en el pasado y darle una mirada de futuro.
Además, desarrollamos una línea de educación, con una propuesta pedagógica en torno a los derechos humanos.
Tampoco hay que olvidar que los sitios de memoria, por su sola existencia, se constituyen en parte probatoria de los juicios contra los represores”.
EDUCANDO EN DD.HH
Desde la recuperación de este lugar han transcurrido cerca de veinte años. En este tiempo ha habido políticas de Estado en torno a los derechos humanos y la memoria histórica. ¿Cuál ha sido el significado y resultado de dichas políticas?
“Esto ha sido un proceso. Se ha logrado avanzar en algunos planos. Están el informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación acerca de la desaparición forzosa, más conocido como Informe Rettig, y el Informe Valech, sobre prisión política y tortura. Se ha logrado constituir las bases de una institucionalidad a partir del Instituto de Derechos Humanos y el Programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior. Pero creemos que hay que avanzar mucho más en esclarecer todos los casos de violaciones a los derechos humanos y castigar a los culpables. En definitiva, se trata de concretar un sistema integral de promoción y protección de los derechos humanos, que junto con hacerse cargo de las deudas pendientes con las víctimas y familiares, asegure la mantención y desarrollo de los sitios de memoria y fortalezca la garantía y respeto de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales en nuestro país”.
En educación y desarrollo de una cultura de respeto permanente a los derechos humanos, ¿qué faltaría?
“Es necesaria la implementación de un plan nacional de educación en derechos humanos, en educación básica y media, que permita incorporar en la educación formal el tema de los derechos humanos. El fomento de una cultura democrática no debe ser ajeno al crecimiento, formación y desarrollo de las personas”.
LOS QUE NO VAN
El Parque por la Paz Villa Grimaldi es visitado por muchos jóvenes. ¿Qué sectores sociales no lo visitan? ¿Las fuerzas armadas, por ejemplo?
“En términos formales e institucionales las FF.AA. no han visitado la Villa Grimaldi. En mi opinión, lo que han hecho en los últimos años con relación a las violaciones de los derechos humanos, resulta insuficiente. No satisfacen los anhelos de verdad y justicia de amplios sectores de nuestro pueblo.
Como instituciones hay una deuda que ellas tienen: colaborar de manera activa en el esclarecimiento de los casos que quedan por resolver por crímenes ocurridos durante la dictadura. Sería muy importante que las instituciones armadas también incluyeran en su formación el tema de los derechos humanos. Es una deuda de la democracia”.
Hay países que han dictado leyes de memoria histórica, que impiden hacer apología del exterminio y el genocidio. Con una ley de ese tipo no existiría, por ejemplo, el monumento al almirante Merino…
“Desde el punto de vista de las manifestaciones memoriales, el homenaje a personas que participaron en la Junta Militar que derrocó al presidente Allende y que atentaron contra la democracia y los derechos humanos, no debiera existir. Nosotros hemos cuestionado el monumento porque constituye una afrenta para la democracia, en particular para los ex miembros de las fuerzas armadas que fueron violentados en sus derechos y destituidos por oponerse al golpe militar y al régimen dictatorial”.
AYUDANDO A LA JUSTICIA
Ustedes, junto a abogados de Codepu, patrocinan una querella por violencia sexual contra mujeres detenidas en Villa Grimaldi.
“La Corporación ha definido entre sus objetivos contribuir en la búsqueda de justicia por los crímenes cometidos en Villa Grimaldi y otros centros en el periodo comprendido entre 1973 y 1989, mediante la reunión de antecedentes y testimonios para que sean usados judicialmente. En ese marco, nos hemos hecho parte de una querella por violencia sexual presentada por ex prisioneras de distintos centros de detención, la cual ha sido acogida por el Poder Judicial. Esa decisión es alentadora, pues abre la puerta para que otras víctimas de crímenes accedan a testimoniar ante los organismos pertinentes. Estamos abiertos a acogerlas y prestar apoyo jurídico”.
Una demanda es terminar con el secreto y hacer públicos archivos como los de la Comisión Valech, que tienen reserva de 50 años…
“Pensamos que todos los archivos deben ser de dominio público. Somos parte de esa propuesta. No obstante, nos preocupa que la información que puedan contener sea mal utilizada por los medios de comunicación y que eso pueda agraviar a familiares de las víctimas. Sin embargo, los documentos deben estar a disposición de quienes lo requieran”.
¿Cuál es la razón que explica el secreto?
“Esto es parte de la forma en que se fue construyendo una transición a la democracia ‘en la medida de lo posible’. No obstante, el secretismo de los crímenes y violaciones de los derechos humanos entorpece establecer la verdad, favoreciendo así la impunidad, y evitando que los responsables sean juzgados de acuerdo a los crímenes de lesa humanidad cometidos”.
LOS 40 AÑOS DEL GOLPE
¿La conmemoración de los 40 años del golpe cívico-militar significó un avance en la construcción de una cultura de respeto a los derechos humanos?
“Los 40 años fueron una avalancha de reconocimiento de lo sucedido. Incluso sectores de la derecha avanzaron en ese reconocimiento. Eso nos pone en una nueva circunstancia que es necesario profundizar. A mi juicio, falta explicar mejor el contexto y las causales que posibilitaron las violaciones a los derechos humanos.
No solo tenemos que rescatar el dolor y el horror que sufrieron las personas, sino también rescatar su opción por el cambio social. Fueron capaces de plantear a la sociedad una propuesta política y la impulsaron consecuentemente. Este elemento muchas veces queda fuera de las políticas de memoria y se olvida la rebeldía, la resistencia, el compañerismo y la solidaridad que existió, incluso en centros de detención como Villa Grimaldi”(*)
RAUL FLORES CASTILLO
(*) El Parque por la Paz Villa Grimaldi está ubicado en Avenida José Arrieta 8401, comuna de Peñalolén. Una actividad permanente son las visitas guiadas, de martes a domingo, a las 10, 12 y 13 horas. Para más información visitar página web: www.villagrimaldi.cl
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 807, 27 de junio, 2014
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