26 de Junio 2010. Para crear conciencia y continuar combatiendo la tortura, en 1997 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó oficialmente al 26 de junio como el Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo a las Víctimas de la Tortura, con el propósito de generar solidaridad hacía ellas y sus familiares, así como de apoyar el tratamiento y la rehabilitación de quienes han pasado por esa experiencia límite.

Para los sobrevivientes, la vida nunca vuelve a ser lo que era. Hay heridas que se curan, pero otras siguen dañando el cuerpo y la mente de las víctimas mucho después de terminada la tortura. Así lo testimonian en Chile más de 28 mil casos calificados por la Comisión Valech, entidad que retomó su función por un nuevo período este año para documentar casos que quedaron pendientes. Hasta el próximo 17 de agosto la Comisión Nacional sobre la Detención Política y la Tortura creada por el ex Presidente Ricardo Lagos en 2003, conocida como Valech, recibirá nuevos antecedentes sobre víctimas de violaciones de los derechos humanos bajo el régimen militar. Transcurrido ese plazo, la instancia se abocará otros seis meses a la calificación de los casos.

Tortura en Chile
Villa Grimaldi es uno de los pocos lugares de su tipo en América Latina –usado como centro secreto de secuestro, tortura y exterminio por el Estado- que ha sido posteriormente recuperado, conservado y abierto al público. En 2004, el Consejo de Monumentos Nacionales declaró al Parque por la Paz Villa Grimaldi Monumento Nacional, reconociendo formalmente su relevancia para la memoria del Chile contemporáneo y de las futuras generaciones de chilenos y chilenas.

Este sitio de memoria alude a la intolerancia y la crueldad, pero también a la lucha por la verdad y la reparación. Entre 1973 y 1978, durante la dictadura militar, el sitio fue usado como centro de tortura y exterminio. Posteriormente, familiares de las víctimas, ex detenidos y otros actores sociales, lo transformaron en escenario de lucha por el respeto y la defensa de los Derechos Humanos y por la preservación de la memoria histórica de Chile.

Para erradicar la tortura es indispensable contar con voluntad política de las autoridades, y trabajar en tres niveles: prevención, lucha contra la discriminación de las personas por cualquier motivo, y combate a la impunidad. Prevenir es una tarea de largo plazo que pasa por involucrar a las nuevas generaciones. Y este es uno de los objetivos de Villa Grimaldi mediante proyectos co-financiados por organismos internacionales.