Javiera Díaz Calderón y Mariela Bravo Rivera constituyen Wuñolfe (lucero del alba en mapudungún), un equipo de profesoras de educación básica abocadas a desarrollar actividades y metodologías de estimulación del aprendizaje en niños y niñas. Ambas brindarán una inédita escuela de verano en Villa Grimaldi, para niños de entre 7 y doce años, en base a dos tallleres de dibujo. En el primero, que se inaugura este miércoles 9 de enero, se abordarán los derechos de niños y niñas y en el segundo el tema de los pueblos originarios.


La profesora y psicopedagoga Javiera Díaz  y la profesora Mariela Bravo en Villa Grimaldi


¿Por qué estos talleres y por qué en un sitio de memoria como Villa Grimaldi?

Javiera Díaz: Porque la tarea de preservar la memoria se tiende a ver como una responsabilidad exclusiva de los adultos y no de los niños, cuando ellos son el gran banco de memoria para el futuro.

Mariela Bravo: Para nosotros el eje fundamental es el “nunca más”. Tratamos de aportar en ese sentido, a través de recalcar lo positivo, reforzando el conocimiento que puedan tener los niños sobre el tema de los derechos humanos, para que cuando sean adultos no permitan que se transgredan.

¿Cómo se trabaja con los niños lo ocurrido en un lugar como este?

JD: Creo que para determinadas edades no es tan importante entrar en detalles sobre lo que aquí sucedió. A grandes rasgos si les puede mencionar y los niños podrán comprenderlo siempre y cuando lo que les digamos esté acorde con sus capacidades.

MB: Además es bueno colocar la problemática de los derechos humanos sobre la mesa. Muchos niños ignoran este tema porque nunca se les ha planteado. Es algo que no se menciona, es casi tabú e incluso se trata muy poco en la escuela.

¿El dibujo nos permitiría romper ese tabú?

JD: El dibujo va a ser la transversalidad que nos permitirá trabajar los temas que hemos propuesto, como son el de los pueblos originarios y los derechos del niño y la niña. Es un vehículo que nos permite acercarnos mejor a ellos y mediante el cual podemos y generar un aprendizaje más concreto, más empírico.

MB: Los niños a través del dibujo expresan sus emociones. Cuando uno les explica sus derechos empiezan a expresar todo lo que no se les cumple y podemos ver como van procesando el tema y luego son capaces de hacer una propuesta colectiva. Propuesta que va a quedar plasmada en una gigantografía y permanecerá por un mes en la Villa.

Dibujando con los niños también hacemos memoria…

JD: Villa Grimaldi fue un espacio donde obviamente hubo mucho sufrimiento, con una reminiscencia más desde lo negativo que desde lo positivo. Sin embargo lograr perpetuar la memoria no se puede remitir exclusivamente a lo conmemorativo y al recuerdo del dolor. No es la única parte de la memoria que es necesario trabajar y por supuesto no es la memoria que se debe trabajar con los niños.

MB: La memoria de lo sufrido no se debe dejar de lado, es parte importante de este sitio. Pero ese recuerdo se puede complementar con actividades como estas otras, con niños que van a ser los adultos del mañana y tienen que conocer este lugar para poder preservarlo

JD: En general los lugares de memoria no han logrado abarcar el espacio de los niños, y si estamos hablando de preservar la memoria para no permitir que se vuelvan a repetir estos horrores, que más bonito que hacerlo con niños en un contexto de felicidad, de alegría y de aprendizaje.

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Texto y Fotos: Luis Fernando Arellano
Comunicaciones Villa Grimaldi 
07/01/2013