El tiempo… este tiempo… Se hace implacable para que el olvido sea algo natural, se esfuerza en una contorción casi imperceptible para envolvernos el olvido de lo que siempre ha sido eterno. Pero es inútil, jamás logra inyectarnos la dosis de amnesia repulsiva. Siempre estas alerta, silencioso, veraz, latente, vivo centinela y más joven que 23 años atrás… Siempre vences los calendarios y te haces amigo nuevamente, compañero y rebelde… Jecar tu memoria siempre será nuestra y nada y nadie podrá arrebatarnos el recuerdo juguetón de tu rostro de hombre joven cada 4 de septiembre.. Porque no hay olvido para los valientes ni perdón para los cobardes


Ps. Francisco Nicolás Veliz